En la última licitación del año, el gobierno colocó deuda por $326.000 M

El Gobierno aprovechó las expectativas de una menor inflación para hacerse de pesos en el mercado y este miércoles colocó $326.000 millones. La última licitación de deuda del año permitió así cubrir los vencimientos de la semana y obtener un fondeo adicional, alentado por una renovación del apetito inversor a partir de una mejora de los rendimientos en términos reales y la liquidez disponible en la plaza.

El Ministerio de Economía recibió 1.426 ofertas en una subasta en la que adjudicó un 67% del monto ofertado, suficiente para cancelar pagos por $62.000 millones. De esa manera, el Tesoro cerró diciembre con un "colchón" (después de cubrir vencimientos) de $700.000 millones. “Trabajamos mucho con bancos, fondos comunes de inversión, hubo buena aceptación y buen clima”, señalaron desde el Palacio de Hacienda.

Para los analistas, el resultado se debió, entre otros motivos, a la desaceleración de la inflación al 4,9% en noviembre y la expectativa de un nivel en torno al 5,3% en diciembre, lo que permitió ofrecer rendimientos iguales o inferiores a la licitación previa. En ese marco, el Tesoro negoció tres títulos con tasas fijas de entre el 84 y 87% nominal anual, equivalente a una tasa efectiva de hasta el 110,14% en el caso de la Letra en pesos (Lede) a mayo, que captó la mitad de lo adjudicado.

“Creo que el último dato de inflación y las tasas de marzo y abril que vemos resulta atractivo en términos reales. Si las letras de enero y febrero comprimieron mucho, tal vez buscan la tasa más eficiente en el corto plazo, todavía el mercado no está aún para largo plazo, pero ven que inflación fue mejor y la compra de dólares alcanzó para llegar a fin de año, entonces estira un mes más los plazos y buscan rendimientos”, dijo una fuente del mercado.

El sector público, en tanto, habría colaborado a través de un mecanismo que por ahora cuenta con el guiño del FMI, por el cual los organismos estatales, incluidos los bancos, provincias y municipios, compran bonos al Tesoro para después venderlos al Banco Central. “Mas alla de que algunos jugadores del sector privado esten swappeando Lecer para incorporar Ledes ante las proyecciones mas optimistas de inflación para los próximos tres mese,s no nos cabe duda de que la mayor demanda provino del sector público”, dijo PPI.

Ya en la licitación pasada, se estima que los entes como el Pami y la Anses, se hicieron de títulos después de hacer espacio en su cartera con la venta previa al BCRA de parte del stock. Eso, sumado a los instrumentos ajustados por inflación y dólar destinados a bancos privados e importadores, facilitaron la colocación de $ 770.000 millones, un resultado que sorprendió y ayudó a descomprimir las tensiones por las dificultades para financiarse en noviembre.

La mirada ahora está puesta en la primera licitación del año del 18 de enero, un mes en el que los vencimientos superan $1 billón, al que le seguirán desafíos similares en los meses siguientes.