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Agro

De nunca acabar

Falta de obras: podrían anegarse más de 100.000 hectáreas productivas

Falta de obras: podrían anegarse más de 100.000 hectáreas productivas
Patricio Dobal

La amenaza de lluvias por encima de la media reactiva un problema eterno: la falta de saneamiento de la cuenca de La Picasa que compromete a Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.

Es un ciclo de nunca acabar. Desde finales de las década del ‘90 cuando por el cambio de las prácticas agrícolas empezó a descontrolarse el agua en el extremo sur santafesino en la cuenca cerrada de la laguna La Picasa, el lugar pasa por años de alivio cuando llega la seca y por un período de gran intranquilidad y pérdidas económicas cuando aumenta el régimen de lluvias. Se trata de una zona productiva que alcanza las 550.000 hectáreas y que no solo compromete a Santa Fe, si no campos y poblaciones del sur de Córdoba y noroeste bonaerense

La vuelta de las precipitaciones y la amenaza de un ciclo con altos registros pluviales vuelve a poner en relieve no sólo el déficit en el control del saneamiento de la cuenca, también expone la falencia de las estaciones de bombeo -una al norte y otra al sur del espejo de agua- que permiten transformar una cuenca endorreica o cerrada, como ocurre naturalmente, en una cuenca exorreica o abierta, para evitar la inundación de lotes productivos.

La llegada de la corriente de El Niño no solo pone en riesgo 100.000 hectáreas destinadas a la siembra y la ganadería, amenaza también una superficie similar por dificultades añadidas al exceso de agua como la inutilización de caminos rurales y las napas altas que impiden cualquier tarea de labranza. El caso, además, vuelve a poner en riesgo dos obras civiles que se concretaron para garantizar la comunicación y la logística en el sur de Santa Fe pero que ante la falta de un correcto saneamiento de la laguna ya ha quedado demostrado que pueden colapsar. Se trata de terraplén que atraviesa La Picasa y que corresponde a la Ruta Nacional 7 que vincula la Capital Federal con Mendoza y Chile y en forma paralela el pedraplén del FFCC San Martín que permite correr formaciones de carga y coches de pasajeros conectando las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza.

Una obra incompleta

La preocupación oficial siempre se retoma ante la amenaza de un período de grandes lluvias como el que se viene y si bien el Gobierno de Santa Fe, que junto a Córdoba y Buenos Aires tienen responsabilidad sobre la cuenca de La Picasa, se movió este año para intentar poner en agenda el tema de los posibles anegamientos, desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe) aseguran que las acciones dispuestas por la administración de Omar Perotti han sido escasas.

“En marzo del año pasado la ministra de Infraestructura, Silvina Frana, y su equipo de Hidráulica en una reunión que se hizo en la Bolsa de Comercio de Rosario, anunció que se iba a hacer una cumbre tripartita entre técnicos de las tres provincias para ajustar el estado actual del sistema y ver de encontrar soluciones definitivas para esta problemática. Si esas reuniones entre los técnicos se hicieron, nunca se conocieron los resultados”, denunció el ingeniero hidráulico Angel Borrelo, representante de Carsfe en lo que respecta a las discusiones por las cuencas hídricas, en diálogo con Punto biz.

El referente fue más allá. “En la jerga oficial de Hidráulica de Santa Fe, La Picasa aparece ahora habitualmente como reservorio 8, de manera tal de que han incorporado de prepo a la laguna un sistema de control de escurrimiento que no era el objeto principal de las obras que se hicieron, sino que era justamente atenuar las crecidas periódicas de la laguna”, expuso el experto sobre la catalogación del espejo de agua, depositario final de un sistema hidráulico que se gestó desde finales de los ‘90 como un entramado de canales y reservorios de agua que se emplazan en áreas ubicadas hasta 100 kilómetros hacia el oeste de la laguna para intentar controlar los niveles de la cuenca y fagocitar un paso de agua controlado por el terreno intentando evitar que haya anegamientos masivos.

“También habría que hacer mención de la comisión fantasma que creó el gobierno provincial a principios de este año para atender la problemática de la posible llegada del niño. Primero se hablaba que venía, que iba a empezar a llover fuerte en marzo, en abril, que se fue postergando. En ese marco crearon esa comisión como si fueran a descubrir un problema novedoso. Dicha mesa quedó limitada a lo que tiene que ver con defensa civil y la problemática urbana o periurbana, para el problema de fondo nunca se abordó”, explicó Borrelo.

Poco mantenimiento

A criterio del representante de Carsfe, durante el período de sequía se avanzó “poco y nada” en obras clave para evitar grandes anegamientos. “La realidad actual es que se han hecho pequeñas obras de mejoramiento en el canal de salida de la alternativa de bombeo norte. Solamente se estuvieron acondicionando algunas alcantarillas. Vale aclarar que la estación de bombeo vieja en el norte hace años que dejó de funcionar”, expuso Borrelo. El hombre habló de “mamarracho” al referirse a una serie de arreglos para rehabilitar el bombeo histórico. “Habían empezado la construcción de una estación de bombeo nueva, que va muy lenta”, sumó

El otro sistema de bombeo está al sur de La Picasa. “La alternativa sur, hasta ahora por el nivel de la laguna, prácticamente no sacaba nada porque al cuenco del bombeo no llegaba agua, lo que determina que en una cota de espera que está en alrededor de los casi 102 metros, el agua no sale de ninguna manera. De manera tal de que estamos convalidando un piso para la laguna, no de 93,50 metros como tendría que ser, sino que estamos hablando de prácticamente 9 metros más arriba, lo que es grave en cuanto a la superficie que eso anega”, planteó.

El diagnóstico es aún más grave. “En la provincia de Córdoba, especialmente, se ha seguido trabajando en canalizaciones que aportan al sistema. Yo estimo que un solo canal, que es uno que entra al sistema de La Picasa por la zona norte y empieza al sur de la localidad de Viamonte, ese canal pasa por el caserío de Leguizamón (Córdoba) y se incorpora al Reservorio 3. Dicha canalización le está sumando un aporte de cerca de 40.000 hectáreas al sistema y potencialmente, ese solo canal estaría en condiciones de aportar como mínimo 5 metros cúbicos por segundo a la laguna, que sería justamente la capacidad de una de las dos estaciones de bombeo”, denunció.

“Se le suman caudales que entran por gravedad solamente por el efecto del declive del terreno, después eso va a la laguna La Picasa y hay que sacarlo con bombas que funcionan con electricidad. Es realmente un disparate provocar una inundación artificial y después pretender atemperarla con bombeo eléctrico. Absolutamente disparatado”, manifestó Borrelo.

Pero hay más. “En concordancia con lo que hace Córdoba, la provincia de Buenos Aires hizo desde el oeste de la localidad de Cañada Seca hasta el Reservorio 7 un canal cuneta paralelo a un camino vecinal de tierra que pasa en la proximidad de Villa Saboya e ingresa al sistema. Tiene importantes alcantarillas, el camino ha sido consolidado y enripiado, y probablemente aporte en caso de que el agua corra como consecuencia de las próximas lluvias que se esperan otros 3 ó 4 metros cúbicos al sistema. Entonces, aún funcionando adecuadamente los dos sistemas de bombeo, es más lo que le incorporamos por gravedad que lo que se pretende sacar por bombeo”, añadió.

El caso se vuelve aún más alarmante si se entiende que la Estación de Bombeo Norte no funcionó nunca. “Hace 21 años que se instaló, pagándose una cifra impresionante de un servicio eléctrico que nunca brindó ningún resultado”, puntualizó el ingeniero.

Falta de obras: podrían anegarse más de 100.000 hectáreas productivas.

Lo que puede pasar

Las cifras son abrumadoras. “Hay que considerar lo que puede entrar por manto en caso de lluvias fuertes, lo que puede entrar por canales legales y por canales clandestinos y por un intrincado sistema de cuneteado de los caminos en la zona de Aarón Castellanos, San Gregorio, Diego de Alvear, más obviamente los de la provincia de Buenos Aires que también están ahí, más el sistema desde Córdoba”, enumeró el referente de Carsfe para temas hidráulicos.

“Los aportes a la laguna pueden estar entre los 120 y los 150 metros cúbicos por segundo de entrada, hablando de que se repitieran fenómenos como los que ya hemos tenido en años anteriores. La capacidad de salida sigue siendo siempre la misma. Nos vamos a encontrar con que la laguna puede y tiene todas las chances de repetir, pero esta vez con mayor velocidad, lo que ya hemos visto en otros fenómenos. Podría crecer hasta los 105,10 metros o 105,20 cuando ya derrama de manera natural excediendo los bordes de la laguna, pero vamos a estar hablando de duplicar la superficie inundada, más la elevación de napas y todo lo que además conlleva eso”, cerró Borrelo.
 

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