Los elementos que demoran el ingreso de la corriente de El Niño en el país

Al inicio de la temporada agrícola 2023/2024, la noticia del desarrollo de un vigoroso episodio de "El Niño" generó un optimismo palpable entre los agricultores del Cono Sur. Después de sufrir tres episodios consecutivos de "La Niña", que afectaron gravemente las campañas agrícolas anteriores, se esperaba con ansias un inmediato incremento de las precipitaciones que pusiera fin a la prolongada sequía que azotaba la región.

Sin embargo, a medida que avanzó el otoño e incluso el invierno, el optimismo comenzó a dar paso a la preocupación. Las lluvias esperadas no se materializaron de inmediato, lo que llevó a una sensación de pesimismo en la comunidad agrícola. En el marco del informe estacional de perspectivas agroclimáticas que difunde la Bolsa de Cereales, se destacó que los efectos de "El Niño" rara vez se activan durante el otoño e invierno del año en que comienza su desarrollo. Es más común que se manifiesten a comienzos de la primavera y se mantengan hasta el invierno del año siguiente.

Durante el otoño y el invierno de 2023, el clima conservó rasgos propios de "La Niña", lo que también afectó al cinturón maicero norteamericano durante la primavera y el verano del hemisferio Norte.

A pesar de que el actual episodio de "El Niño" es sumamente vigoroso y ha afectado a Australia, la India y otras regiones del mundo, su impacto en el Cono Sur podría verse perturbado por la fuerte actividad de los vientos polares. Estos vientos impulsan las corrientes frías de Humboldt y Malvinas a lo largo de las costas de Sudamérica, obstaculizando la entrada de humedad hacia el interior y afectando los mecanismos de precipitaciones.

En las últimas semanas, se han registrado lluvias localizadas en diferentes zonas del área agrícola, aunque el proceso ha sido irregular, y muchas áreas aún no han experimentado un alivio efectivo. No obstante, la ocurrencia de estas lluvias se considera un signo del gradual desarrollo de "El Niño".

Este proceso podría beneficiar en gran medida al área agrícola del Cono Sur, mejorando las condiciones climáticas hacia un patrón normal o incluso superior a lo normal. Se espera un aumento en las precipitaciones y un régimen térmico menos extremo en comparación con la prolongada serie de eventos adversos que lo precedió.

Sin embargo, la interferencia persistente de los vientos polares podría impedir que "El Niño" se manifieste en su totalidad. Es probable que persista un amplio foco con aportes pluviométricos insuficientes en el interior del área agrícola argentina, afectando especialmente al centro y este de Córdoba, el norte de La Pampa, el centro y sur de Santa Fe, el sur de Entre Ríos, el extremo sudoeste de Uruguay y el norte de Buenos Aires. También se prevén focos secundarios con desafíos adicionales en diversas zonas del área agrícola.

La persistencia de los vientos polares por encima de su nivel normal hace que sea probable que el otoño de 2024 registre un final temprano de las lluvias y un comienzo moderadamente temprano de las heladas, lo que dará paso a un semestre otoño-invernal con condiciones climáticas rigurosas.

En conclusión, aunque se vislumbra un posible alivio para la agricultura del Cono Sur gracias al desarrollo de "El Niño", la interferencia de los vientos polares plantea desafíos significativos. Con un adecuado manejo y la utilización de tecnología disponible, se espera que la mayoría del área agrícola pueda obtener buenos resultados productivos, aunque algunas zonas podrían no lograr una recuperación completa. Los agricultores seguirán atentos a la evolución de las condiciones climáticas en los próximos meses mientras esperan ansiosamente el retorno de las lluvias que tanto necesitan.