Esther abrió en un destino poco frecuente, le fue bien y redobla la apuesta

El año pasado, Esther arrancó un plan de franquicias para llevar su helado a todo el país. Ya cortó cintas en Esquina (Corrientes) y a finales de este mes la marca abrirá dos nuevas sucursales: una en Santa Fe y la otra en Puerto Madryn, destino poco usual pero donde ya tiene presencia desde 2020. De hecho, fue la primera boca que se inauguró fuera de la provincia. “Ahí tuvimos muy buena recepción”, confió a Punto biz María Fernanda Iglesias, socia gerenta de Esther. 

Estos espacios replicarán la estética del de bulevar Oroño y sumarán también cafetería. De hecho, la estrategia es tener presencia en distintos puntos de la Argentina y aggiornar la propuesta a las plazas que se vayan sumando. Además, para este 2022 está en carpeta el cambio de imagen de su local insignia de calle Ovidio Lagos al 900. 

“Este año toca el cambio de imagen de la sucursal de Lagos, que siempre nos quedaba pendiente”, sostuvo Iglesias. Y aclaró que los helados se seguirán haciendo con la misma fórmula y artesanalidad de siempre y que usan máquinas que no inyectan aire a sus productos. Esto en relación a que el crecimiento no significa resignar calidad. “La gran mayoría piensa que por tener muchas sucursales no somos artesanales y no es verdad. La artesanalidad es el uso de frutas, materias primas naturales y máquinas sin aire, algo que nosotros hacemos y seguiremos haciendo”, refirió. 

Son seis los locales de Esther en Rosario, a los que se suman los vecinos de Roldán y Funes. También llegan con sus sabores a diferentes puntos del sur provincial como Cañada de Gómez, Acebal, Arroyo Seco, Granadero Baigorria y Chabás. Los de Catamarca y Presidente Roca, Ovidio Lagos y bulevar Oroño son propios y los demás espacios están franquiciados. “Estamos trabajando con la nueva imagen también en las franquicias”, había apuntado Iglesias, cambios que de a poco empiezan a verse en las distintas bocas.