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Economía

Mileinomics

“En un país dolarizado, las empresas tendrían que pagar salarios flexibles”

Pablo Lucio Paredes (economista Ecuador)
Marianela Bocanegra

El analista ecuatoriano especializado en dolarización analizó el caso argentino y el futuro de las empresas si Milei logra sacar “afuera” la moneda nacional.

De todas las políticas que conforman el Mileinomics, la dolarización es la que más ruido hace entre propios y ajenos al equipo de La Libertad Avanza. Cuando parecía que la idea estaba a punto de ser archivada por sus asesores económicos (Emilio Ocampo y Darío Epstein le habían bajado el tono, y habían asegurado que, “de implementarse, se haría en al menos dos años, tras lograr cierto equilibrio en las cuentas públicas”), Javier Milei los contradijo. Si es presidente, dijo, la dolarización no se baja de la mesa. 

Pablo Lucio Paredes -director de la Escuela de Negocios de la Universidad de San Francisco de Quito (USFQ)- fue uno de los 18 profesionales que conformaron el Foro Económico de Ecuador, el grupo que puso a la dolarización en el centro de la agenda mediática y social de ese país desde 1998, dos años antes de que finalmente la instrumente Jamil Mahuad.

Paredes mantiene un intercambio profesional con Ocampo, y sigue de cerca el día a día de la economía argentina. Sabe de la postura de los analistas criollos de no precipitar la medida y revisarla, pero es del team Milei: los países “indisciplinados como la Argentina” son candidatos idóneos para dolarizar -según él- pero, para que funcione, la implementación debe ser instantánea.

En diálogo con Punto biz, Paredes contó la experiencia ecuatoriana y la contrastó con´la actualidad Argentina, analizó los límites de la dolarización y explicó por qué las empresas saldrían ganando con un régimen dolarizado, “siempre y cuando se haga una reforma laboral que habilite el pago de salarios flexibles”.       

 

¿Cuál era el panorama económico en Ecuador cuando se instrumentó la dolarización?

- Nos habían caído las 7 plagas de Egipto. Veníamos de la Guerra contra el Perú, por la crisis internacional el petróleo había caído estrepitosamente a un precio increíble de u$s7, el fenómeno del Niño había destruido por completo la producción de la zona costera, y obviamente, y obviamente, la gente no podía pagar las deudas. Luego empezaron a tener desconfianza de los bancos y en un año y medio terminó quebrando la mitad del sistema bancario. Fue una crisis económica, fiscal, bancaria, y monetaria muy profunda en el marco de un contexto externo que tuvo un impacto negativo fuerte y eso creo que es muy diferente a la situación argentina, porque los problemas económicos de Argentina responden a causas más bien internas. También es diferente el problema inflacionario. El sucre se fue deteriorando poco a poco a través de devaluaciones  pero históricamente los períodos de inflación ecuatorianos fueron acotados en el tiempo, en cambio en Argentina el manejo monetario es, a mi entender, mucho peor, han pasado por la hiperinflación, por grandes devaluaciones, es algo que se da de manera más recurrente. Por eso creo que Argentina, aún más que Ecuador, es un buen caso para la dolarización, los gobiernos han manejado muy mal su moneda sostenidamente. 

 

- El argumento principal contra la dolarización argentina es la falta de dólares en el BCRA. Tanto los opositores a Milei como profesionales de su propio equipo han admitido la falta de dólares para instrumentarla ¿El Banco Central de Ecuador contaba con los dólares suficientes? 

- Cuando se decide la dolarización a principios del año 2000, el tema fundamental era ¿a qué tipo de cambio hay que hacerlo? Y en Ecuador se hizo lo que también se debería hacer en Argentina, coger los dólares que tiene el Banco Central, y cambiarlo por los sucres que la gente tiene en su bolsillo. Entonces se hizo un cálculo, hay tantos dólares en el Banco Central, hay tantos sucres en el bolsillo de la gente, vamos a hacer el intercambio al tipo de cambio que resulte de dividir la cantidad de sucres por la cantidad de dólares y así se definió el tipo de cambio. Si tengo 25.000 M, me da una relación de 25.000 sucres por dólar y esa fue la conversión. Una vez que se instrumentó la dolarización, se cogió el balance de los bancos, y todo lo que estaba en sucres se dividió en 25.000, los ahorros, las deudas, todo. 

En Argentina es lo mismo, hay que preguntarse cuántos dólares tiene el banco central y cuántos recursos tiene la gente en su poder. Luego, obviamente el cálculo en Argentina es más complicado porque tienen deudas de distinto tipo,elementos que desconozco porque son inéditos, pero de todas formas creo que la conversión es posible.

- El equipo económico de Milei planteó que la dolarización no sería una medida inmediata sino que se implementaría en una segunda etapa, hablan de una ventana de dos años y medio. ¿En Ecuador se hizo un plazo de 9 meses?

- En Ecuador se orquestó de un momento para el otro, fue instantánea. Se dio un plazo de instrumentación de nueve meses, que fue lo que demoró la gente, sobre todo la del interior, en cambiar sus sucres por dólares pero los bancos cambiaron la moneda el día uno, mismo los contratos laborales. Desde el primer minuto, el que tenía sucres ya sabía que en realidad tenía la cantidad equivalente en dólares. 

Sé que hay economistas en Argentina que piensan que sería lo mejor esperar pero yo no creo que sea viable plantear una dolarización a futuro o implementarla de modo gradual, porque la dolarización funciona justamente porque cambia drásticamente los niveles de confianza de la gente y sus expectativas, cambia la percepción que tienen los consumidores, el entramado productivo y los inversores de la moneda de un día para otro. Si en Ecuador en su momento nos hubieran dicho que iban a dolarizar gradualmente, o en un futuro, nadie hubiera confiado en ese proceso, en su concreción, no hubieran cambiado las expectativas y la medida hubiera naufragado en la mitad. 

- La dolarización supone en lo inmediato una pérdida del poder adquisitivo, porque los salarios bajan su valor en dólares Así sucedió en Ecuador. 

- Bajaron los sueldos y las tasas de interés por ley se fueron al 8% para ahorro y al 12% en el caso de los préstamos. Los sueldos quedaron en u$s50, que es bajísimo, uno pensaría qué locura, pero al dividirse también los precios de todos los bienes de consumo por 25.000 no solo bajaron los sueldos sino también el costo de vida. Si tú tenías un chocolate a 4 dólares, los mayoristas y los comerciantes dividieron también ese valor, y el chocolate terminó costando centavos de dólar. La leche arrancó en 20 centavos, el pan arrancó en 2 centavos de dólar. Lo único que no bajaron fueron los valores de las propiedades y en menor medida los autos, pero el mercado inmobiliario ya estaba paralizado en Ecuador, como en Argentina, antes de dolarizar. Y luego, lo que sucedió con el tiempo, es que tanto los salarios como los precios volvieron a sus niveles previos, se reajustaron. Hoy el salario en Ecuador está entre 500 y 200 dólares. 

- ¿Cómo fue el comportamiento de la inflación en esos primeros dos años, hasta que se recompusieron los precios y los salarios?

-  La inflación fue del 90% el primer año, 22% al año siguiente y luego los niveles de inflación variaron de 0% a 6% anual, como en el resto del mundo. Pero lo que realmente fue determinante es que cuando dejó de haber inflación, se reactivó el crédito. Había crédito en los negocios, crédito para invertir. Cuando la inflación es baja, el horizonte de planificación es mucho más largo y eso tiene mucho peso en el poder adquisitivo a nivel doméstico, ni hablar en una empresa. 

- ¿Qué pasó con la competitividad en exportaciones?

- Las exportaciones privadas se triplicaron y el cambio en la cultura de las empresas fue radical. Los empresarios que ya no se acordaban cómo era trabajar sin el componente devaluatorio, al principio pensaron que sería malo pero luego se dieron cuenta de que, si bien ya no tenían la devaluación para volverse competitivos tampoco la necesitaban, porque tenían estabilidad y crédito. Tu balance y el  patrimonio de tu empresa está expresado en dólares y eso es muy importante para tu planificación.

Es cierto que hubo cosas que fallaron.Cuando dolarizas, al no tener ya la variación de precios como recurso de ajuste, las empresas tienen que recurrir a los salarios flexibles, es decir, una parte de salario debería ser una suma fija y otra porción variable, en base a las ganancias de la empresa. Lo que sucedió en Ecuador es que los salarios siguieron siendo fijos y siguieron al alza por interferencias políticas.

Y eso nos lleva a un punto más importante, y es que la dolarización no es mágica, resuelve únicamente los problemas monetarios, no los políticos ni los fiscales ni el desmanejo del Estado ni la falta de educación.

- ¿Por qué pensás que opositores a la dolarización de mucho peso en la política ecuatoriana como Correa no dieron marcha atrás con la dolarización? 

- Correa fue presidente durante 10 años y tuvo varias oportunidades de derogarla pero no lo hizo nunca, y creo que es principalmente porque la dolarización en Ecuador es muy popular, la gente la quiere. Hay una frase que aquí es muy corriente: “Hay una sola cosa más popular que Rafael Correa en este país, y eso es la dolarización”. 

- Otro argumento firme es, si la dolarización es tan maravillosa, ¿por qué no se implementa en otros países?

-  Insisto: la dolarización resuelve un problema muy importante que es la inflación, pero no es mágica. En Ecuador y en Argentina tenemos un problema fiscal permanente porque los gobiernos gastan mucho más que los ingresos que tienen, hay una muy mala calidad en la política, y el mercado laboral es malo. Ecuador, además, es un país relativamente poco abierto al mundo, es decir, hay una cantidad de problemas que la dolarización no resuelve, solo te ayuda a la estabilidad monetaria y te da una base para pararte a construir el resto, ahora, si te paras en la piedra a seguir haciendo lo mismo de antes, solo te vas a quedar en la base. 

Yo creo que la dolarización es positiva en todos los países que se llaman indisciplinados, monetariamente indisciplinados, los que no pueden parar de emitir moneda, como Argentina, Venezuela y como lo fue Ecuador. Nosotros nunca aprendimos la lección, pero si lo ha hecho Perú, que saneó su Banco Central y no ha vuelto a cometer ese error, Argentina y Ecuador no han podido. Entonces, si históricamente no hemos aprendido la lección, si hemos intentado y hemos dicho que no volveríamos a recurrir a la impresión pero igual seguimos haciéndolo, yo creo que hay que cambiar el método. Si no se produce un cambio en el método, el resultado va a seguir siendo el mismo.

 

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