“Empezamos muy jóvenes. Me acuerdo que por un muy exigente cronograma de estudios, que nos daba sólo dos días de vacaciones al año, que armó mi entrañable amigo y compañero de ruta Jorge Bertero, nos recibimos en Ciencias Económicas en tiempo récord: dos años. Fue ahí que le pedí u$s 20.000 a mi madre para comprar una acción de Bolsa y así debutamos en el mundo de los negocios. La verdad, ahora que lo pienso, siempre tuve apoyo de mi familia. Mi mujer, mis tres hijos maravillosos, mi nieto. Si llegue adónde llegue fue por mi maravillosa familia. De eso no me cabe ninguna duda”.
Así arrancaba, en una entrevista que le dio a punto biz en 2008, el relato sobre su historia de vida el empresario Miguel Rosental, uno de los hombres de negocios más importantes de Santa Fe con inversiones diversificadas en las finanzas, la construcción y el agro, quien murió ayer a los 57 años tras una larga enfermedad con la que estuve batallando en los últimos tres años y por la que hace dos años se retiró del mundo de los negocios dejando la conducción de la empresa a su hijo Lisandro.
Su altura, su elegancia y su prestancia no lo dejaban pasar desapercibido cuando ingresaba algún lugar, pese a que siempre fue cultor del perfil bajo y el trato tranquilo. Y sobre todo humilde.
En el ambiente de los negocios, un mundo ríspido de intereses que se chocan todos los días, Rosental supo ganarse una cualidad poco común: ser un tipo muy querido. No sólo respetado, sino querido. Y eso hablaba bien de él, mucho más que los impresionantes rendimientos de sus negocios, sobre todo en la última década.
La crónica dura puede decir que Miky, como le decían sus amigos, fue presidente de Miguel Rosental y Asociados SA, que arrancó con una oficina de 22 metros cuadrados en Corrientes al 700 y terminó siendo una de las agencias top del mercado bursátil rosarino con base en el tradicional edificio Molinos Fenix, que adquirió en su totalidad.
Y es crecimiento fue exponencial por varias razones, pero por sobre todas por ser una empresa totalmente innovadora y profesionalizada y sobre todo muy activa en la búsqueda de nuevos negocios y por no quedarse apoltronada en la tradicional operació de acciones y bonos, como le pasó a muchas agencias de Bolsa,
Es recordado porque en el plan Bonex aconsejó a los inversores mantenerse en el título. En el 91 entró en el mercado cambiario a través de Carbatur, negocio con el cual hizo grandes diferencias a la salida de la convertibilidad.
Lo cierto es que a través de la agencia de Bolsa montó un verdadero imperio financiero que diversificó negocios en el agro (con participación en empresas productoras, fondos de inversión, la alimenticia Congelados del Sur y hasta la casa de corretaje Fyo y la operadora de futuros Pampa Traiding ) y, sobre todo en el último tiempo, con desarrollos inmobiliarios, como los condominios de Alto Rosario y el hotel Esplendor Savoy, entre otros desarrollos fuera del país. Y por su crecimiento en los últimos años terminó hasta comprando, con socios porteños, un banco: el Meridian. La alinaza y los negocios que tejió con el grupo IRSA también fue otro punto fuerte de su crecimiento.
Y su CV profesional sigue: agente de Bolsa del Mercado de Valores de Rosario SA, socio gerente de Carbatur Viajes SRL y vocal titular de la Bolsa de Comercio de Rosario. Además, fue presidente de Rosario Valores SA (Sociedad de Bolsa del Mercado de Valores de Buenos Aires), vicepresidente de Anamimar SA Sociedad Agrícola Ganadera, socio de LE SRL Emprendimiento Agrícola Ganadero, protesorero de la Bolsa de Comercio de Rosario, tesorero del Mercado de Valores de Rosario, y vocal suplente del Consejo de Vigilancia del Mercado de Valores de Buenos Aires, entre otros.
Un capítulo importante también fue el empuje que le dio a la Oficina Endeavor Rosario, entidad en la cual volcó en sus últimos años mucho de sus esfuerzos para incentivar el desarrollo de los jóvenes emprendedores, que tanto necesita la economía nacional.
“Hay que saber dar”
Judío ortodoxo, la espiritualidad siempre estuvo presente en su vida. Y eso se notaba en sus palabras.
En 2008, cuando los hombres de negocios de la región lo eligieron “El Empresario del Año” en la votación de los Premios Índice que organiza Punto Biz, Rosental dijo: " Como empresario, los momentos más duros, los momentos donde surgen las mayores dificultades, son sin dudas en los inicios del proyecto. Porque cuando la empresa ya es grande, es el esfuerzo diario de todo el equipo, de todos los empleados, el que hay que premiar y agradecer porque son ellos quienes son responsables del crecimiento.,Hay que saber dar y ser humilde al recibir”.
Punto Biz aprovechó esa ocasión para hablar con Rosental en profundidad de los temas que realmente importan, por ejemplo como no descuidar a la familia, el desafío de administrar bien los tiempos para no perder la vida personal, la importancia de armar grupos de trabajo, el papel del líder como emisor de honestidad, profesionalismo y planificación, el fuego sagrado del empresario, los distintos desafíos por las que pasa una empresa a medida que van pasando los años, y lo fundamental de armar un clima interno en la empresa en el que todos se sientan con posibilidades de crecer y desarrollarse.
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porque sus enseñanzas trascienden. Vale la pena escuchar con mucha atención lo que pensaba porque gente tan de bien como lo fue Miguel no se encuentran muy seguido. 