Adelantarse al movimiento del mercado Forex, una cuestión de probabilidad

En las películas de viajes en el tiempo siempre hay algún personaje que aprovecha el paseo espaciotemporal para apostar o invertir con información privilegiada. Es una de las bases argumentales en la segunda entrega de Regreso al Futuro y una referencia sutil al comportamiento humano en Primer.

Son películas. En la vida real, nadie puede predecir el futuro. Puede que alguien haya viajado en el tiempo en Palo Alto; pero, salvo futurólogos y pitonisas, nadie puede ver el futuro, ni adelantarse al movimiento de los mercados.

Lo habitual en estos casos es que el batacazo sea mayúsculo. Se puede tener suerte, y el mercado se moverá casualmente en la dirección prevista. Pero, en el mercado de divisas, el precio de la suerte es directamente proporcional a la temeridad del trader. En FX, jugar con la bola de cristal no es rentable. Lo mejor es prever el movimiento del mercado basando las operaciones en probabilidades, y manteniendo una gestión del riesgo adecuada, por supuesto.

Operando en Forex a partir de indicios

Un primer paso para comprender en parte las variaciones en el precio de un activo es aislar los elementos que explican su movimiento. Puede que no se pueda adivinar a dónde irá la cotización, pero el mercado está vivo: se va a mover sí o sí. La ley de la oferta y la demanda es un buen punto de partida, junto con algunos indicios directamente observables en la gráfica, que explican la naturaleza de un movimiento.

De esta forma, un mercado alcista tenderá a seguir subiendo. Obviamente, la tendencia sufrirá una corrección o se agotará en algún momento, pero, de entrada, existe una inercia bursátil impepinable.

Con estos rudimentos aparentemente simples, tenemos una base estable para invertir en Forex online con algo de perspectiva de futuro. Pero la previsión del movimiento del mercado no es tan sencilla, siendo necesario añadir más herramientas. Un par de medias móviles ayudan bastante, definiendo un espacio en el que el precio del activo y la apreciación del mercado confluyen. Junto con un canal envolvente, forman un indicador bastante fiable.

A grandes rasgos, es una radiografía de la codicia y las correcciones de los compradores y los vendedores, aunque se parece más a una carretera con el rastro que va dejando el vaivén del precio. Una vía peligrosa, sin duda, pero transitable y predecible hasta cierto punto. Mucho más si añadimos al análisis un retroceso de Fibonacci.

La paradoja de los retrocesos de Fibonacci

Curiosamente, no hay nada más falto de base para analizar el precio de un activo que un fibo. Pensar que el precio retomará su tendencia después de una correción en el nivel 38.2% es más una cuestión de fe que un hecho demostrable o, cuando menos, una cuestión probabilística.

Es una paradoja, pero si una masa crítica de traders cree que el precio rebotará en cierto punto, al final influyen. Salvando las distancias, ocurre lo mismo con los patrones de velas japonesas, con una diferencia: son más complejos de analizar y no se prestan tanto al emotivismo bursátil. Y, hasta cierto punto, se puede decir que los patrones clásicos tampoco son de fiar.

Son formaciones que necesitan contextualizarse y complementarse con otras herramientas. Un HCH no dice nada por sí mismo. En cambio, sumando ese HCH a un doji, un fibo, unas medias, una envolvente, una línea de tendencia y una divergencia es más probable acompañar el movimiento del mercado en la dirección correcta.