Hubo acuerdo y se alquiló la ex Falabella, ¿qué se viene?

Después de meses de negociaciones, finalmente se alquiló el inmueble donde funcionó la histórica tienda La Favorita. Un grupo empresario rosarino firmó un precontrato con el consorcio de propietarios del edificio -unos 60 herederos de los hermanos García- para explotar comercialmente el local que dejó Falabella el año pasado. 

Como publicó Punto biz en ediciones anteriores, el grupo empresario que comanda el abogado Guillermo Nudenberg, desarrollador del shopping de Fisherton, viene avanzando desde abril pasado en la elaboración de un proyecto para el mítico edificio. La idea es que no sea ni un shopping ni una galería comercial sino una fórmula más integradora y más cercana a la gastronomía y los servicios. Se busca desarrollar un complejo que haga foco en una variada oferta gastronómica y le sume servicios de salud, bazar, blanco y rubros tradicionales.

Una clínica de estética corporal del Sanatorio de la Mujer ocuparía el subsuelo, una cadena de fast food (sería Mostaza) que estaría ubicada en planta baja con ingreso por Córdoba y un gimnasio no convencional son sólo algunos de los emprendimientos que figuran en el radar del holding rosarino para llenar la grilla del futuro centro de servicios. 

Es que como el articulador del grupo que está al frente del plan para reabrir La Favorita es el abogado Guillermo Nudenberg, fundador y administrador desde 2013 del Fisherton Chic Mall, los principales inquilinos del shopping center frente al Aeropuerto de Rosario, serán los primeros en la lista para ser tentados de sumarse al nuevo emprendimiento. 

Además, la idea es poner en marcha un mercado gastronómico gourmet, con panadería, carnicería y vinería, el cual estaría ubicado en el centro del edificio. También se habla de un bazar de capitales rosarinos que podría ocupar el primer piso, junto a una afamada marca de decoración y hogar (suena Arredo). El grupo empresario también prevé montar un teatro, un espacio que la vieja tienda La Favorita supo tener en sus comienzos y se buscará recuperar, y un gimnasio sin máquinas ni fierros, lo cual representaría toda una novedad a la oferta comercial y de servicios. 

Ahora quedan por resolver temas clave de cara a la apertura de la nueva tienda -aún sin nombre- como las reformas a realizar en el local de Sarmiento y Córdoba y que necesitan permiso de la Municipalidad de Rosario, dado que se trata de un edificio de valor patrimonial. Al parecer el  informe técnico del estado del inmueble que encargó el grupo empresario no arrojó buenas noticias sobre la infraestructura edilicia de la propiedad y el paquete de reformas a realizar sería mayor al esperado. Aunque el edificio “está bien en términos generales”, hay sectores que evidencia deterioro y, por otro lado, deberán llevarse a cabo importantes obras de acondicionamiento a los nuevos usos que tendrá el futuro centro de compras; que van desde la construcción de baños -el edificio tenía un serio déficit en este punto- hasta la instalación de servicios para habilitar cocinas para la oferta gastronómica que se proyecta en el lugar. 

Otro de los puntos que logró destrabarse entre los propietarios y el grupo empresario, es el relacionado con el valor locativo del inmueble. Es que el consorcio de dueños -todos ellos descendientes de Ángel y Ramón García- se mantenían firmes en sellar un contrato de alquiler en dólares estadounidenses. Si bien no trascendió el número final de alquiler, la denominación sería en pesos. En el sector inmobiliario, se hablaba de una cifra cercana a los $10 M. ¿Será?