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Negocios

Acuerdo rubricado

Empresario de la salud invierte más de u$s9 M para quedarse con el Hospital Italiano Garibaldi

Empresario de la salud invierte más de u$s9 M para quedarse con un hospital.
Patricio Dobal

Tras alquilar el inmueble por 6 años, ahora el contrato se transformó en un esquema de leasing con aval judicial.

Tras administrar por un periodo de 6 años el histórico Hospital Italiano Garibaldi, el médico cirujano y empresario de origen rafaelino Carlos Tita encaró el proceso de adquisición definitiva de la centenaria institución ubicada en Virasoro al 1200, en una estrategia con la que profundiza sus negocios asociados a la salud en Rosario.

La novedad es que a partir de una resolución firmada por el juez civil y comercial de la 7ma Nominación de Rosario, Marcelo Quiroga, a través de las sociedades La Casa del Médico Mutual y Revelar SA, Tita transformó el contrato de alquiler a través del cual se hacía cargo del Hospital Italiano en un convenio de leasing para ser, tras un período de 5 años, el dueño legítimo del nosocomio.

Empresario de la salud invierte más de u$s9 M para quedarse con un hospital.

Vale aclarar que Tita desembarcó en mayo de 2016 en la administración del Italiano a partir de la apertura del concurso preventivo de la Sociedad de Beneficencia del Hospital Italiano Garibaldi, la asociación civil que fundó y mantuvo por décadas el efector.

En aquél momento la propuesta de La Casa del Médico Mutual comanda por el empresario rafaelino de extrema confianza con el gobernador Omar Perotti fue la que mejor cuadraba ya que el juez Quiroga valoró como fundamental el compromiso asumido por Tita para reconocer la antigüedad de todo el personal en relación de dependencia y pagar los salarios atrasados que venía acumulando la asociación civil. Dicha entidad ahora ingresó en un proceso de quiebra por avenimiento, instancia que permite que un tercero termine adquiriendo los activos con la anuencia judicial, como ahora está ocurriendo.

Empresario de la salud invierte más de u$s9 M para quedarse con un hospital.

Si bien el contrato de leasing se rubricó el año pasado, el convenio nunca tomó estado público. De acuerdo a las resoluciones a las que tuvo acceso Punto biz, el proceso para conseguir un interesado en adquirir el hospital incluyó el interés de otros dos operadores privados de peso en la salud rosarina: el Grupo Oroño y Sanatorio Británico SA. Ambas sociedades llegaron a solicitarle al juez Quiroga que extienda los plazos para presentar sus propuestas económicas, aunque luego ninguna de las dos avanzó en la cristalización de un plan formal.

Así quedó el camino libre para que Tita pudiese viabilizar su propuesta que consistió en la rescisión bilateral del contrato de locación y en su lugar la suscripción de un contrato de leasing mediante el pago de un cánon y una opción de compra.

Según el dictamen que firmó Quiroga y que pudo verificar Punto biz, Tita ofertó por los bienes del Hospital Italiano Garibaldi la suma de u$s9.800.000 a liquidar en pesos al cambio oficial que fija el Banco de la Nación Argentina, proponiendo cancelarlos mediante el pago de una suma inicial, luego cánones periódicos y un pago final en concepto de opción de compra, en un plazo no superior a cinco años.

Respecto a dicho cronograma ya se hizo el pago inicial, se canceló la primera cuota anual realizada el año pasado y era inminente el pago de la segunda cuota. Cada uno de los pagos se actualiza como saldo ajustado a la evolución del “Valor cama Iapos”, cálculo que elabora periódicamente la obra social provincial. En cada vencimiento Tita debe abonar la suma equivalente al tipo de cambio de ese momento.

Empresario de la salud invierte más de u$s9 M para quedarse con un hospital.

La tasación del inmueble y el resto de los activos tuvo en cuenta el importe de las mejoras de infraestructura y equipamiento que realizó Tita durante los 6 años en los que alquiló el hospital. El convenio establece un apartado especial para las deudas tributarias contraídas por la asociación civil con la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) con una hoja de ruta a cancelar totalmente en 10 años.

Negocios que crecen

La llegada de Tita al gerenciamiento del Hospital Italiano Garibaldi en 2016 tuvo un antecedente en la Cuna de la Bandera. En 2004 reabrió el Sanatorio Julio Corzo de San Juan al 3000 bajo el nombre de Los Alerces, logrando expandir sus negocios. Antes, el médico cirujano había expandido su actividad comercial en Rafaela y su región de influencia.

En la cabecera del departamento Castellanos la ruta del ascenso comercial de Tita tuvo origen cuando su padre, Plácido, y su tío, Rosario, adquirieron el sanatorio Nosti en 1986. La administración de dicha clínica generó un culebrón  familiar que derivó en un tiroteo en el quirófano. En aquella ocasión, hace casi 37 años Carlos resultó herido.

Durante la década de 1990, junto con el actual ministro de la Corte, Ricardo Lorenzetti, fundó Apreme SRL, una empresa destinada a gestionar contratos en el área de la salud. Apreme SRL administró importantes convenios con entidades como Pami, Osecac y SMATA.

Durante el gobierno del Frente Progresista en la Casa Gris, Tita intentó ingresar en la estructura de prestadores del Instituto Autárquico Provincial de Obras Social (Iapos), aunque solo logró convenios para el departamento Castellanos.

Con la asunción de Omar Perotti en el Gobierno santafesino reverdecieron los negocios de TIta con la administración pública. Durante la pandemia, el Ministerio de Salud reservó camas privadas para la atención de pacientes, y la mayoría de estas camas fueron asignadas al Sanatorio Los Alerces, lo que generó polémica y críticas que se canalizaron a través de un comunicado de la Asociación de Clínicas y Sanatorios, entidad por ese entonces comanda por el ya fallecido Roberto Villavicencio, al frente del Grupo Oroño.

Otra polémica se suscita a partir de la decisión de las autoridades del Iapos de modificar el histórico régimen de pago a los prestadores de salud rosarinos. La decisión volvió a dividir aguas entre los líderes de la Asociación de Clínicas y Sanatorios y un grupo de empresarios cuya figura más visible era el rafaelino Carlos Tita. El gerenciador del Italiano consiguió desarmar un esquema vigente desde 1992, en el que el Iapos pagaba a sus prestadores -a través de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de Rosario- un monto fijo por las prestaciones administrado a través de la gerenciadora Acto Médico SA.
 

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