Punto final para grupo de salud que supo crecer gracias a los sindicatos

Finalmente la justicia le dictó la quiebra a una sociedad que supo estar arriba como gerenciadora de varios centros de salud. Se trata de Instituto Dorrego SA, firma que estuvo comandada por el empresario y dirigente peronista Luis “Pájaro” Echagüe.

La SA administró hasta 2013 el Sanatorio Rosendo García, perteneciente a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y su derrotero en tribunales corresponde con la finalización del vínculo con la entidad gremial.

Dos pedidos de quiebra de acreedores fueron los que desencadenaron que se dicte la sentencia que abrió el proceso de liquidación. Con fecha del 24 de noviembre, el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la 9ª Nominación de Rosario, a cargo del juez Marcelo Bergia, fue el que firmó la resolución.

Instituto Dorrego nació a finales de la década de los `90  promoviendo un esquema que daba servicios médicos, al contar bajo su ala el policlínico que la UOM tiene en Rosario y la Clínica Cooperativa de VIlla Gobernador Gálvez, aunque dicho negocio se rompió en 2013. Los problemas para Instituto Dorrego comenzaron cuando la firma se apartó del Rosendo García.

Luis Echagüe, presidente del directorio del Instituto Dorrego, precandidato a intendente por el justicialismo en 2011, daba cuenta para 2009 de un “modelo propio de salud” que buscaba articular lo público y lo privado.

Promocionaba un sistema de seguridad social solidario que se ofrecía a los trabajadores nucleados en cualquier gremio de manera igualitaria, y que no obligaba al pago de plus alguno para prestaciones de alta complejidad. Habían montado una red de más de cien prestadores y 2.500 profesionales en todo el territorio provincial.

En 2010 el grupo de salud fue más allá al instalar un efímero suplemento regional del Diario Crónica, que circuló durante casi un año. Los emprendimientos de Echagüe iban de la mano con el despliegue del grupo mendocino Olmos, que gerencia empresas de salud en todo el país para la UOM.

Pero esa relación  entró en cortocircuito y los problemas económicos para el grupo local no tardaron en llegar. El propio secretariado nacional de la UOM se encargó de articular el desembarco de una UTE (unión transitoria de empresas) para tomar las riendas del Rosendo García en 2013 y desplazar a Instituto Dorrego que quedó abrumado por deudas que nunca pudo remontar