Balaceras y sospechas políticas en otra semana trágica

“Basta de excusas, pongan a la tropa en la calle y dejen de usar el celular”. Ofuscado, el jefe de Gabinete provincial, Marcos Corach le exigió a la cúpula policial de Rosario cambios concretos en la ciudad al término de unas 36 horas trágicas: ocho crímenes en un día y medio. Una saga que puso nuevamente a la provincia en el ojo de la tormenta, en especial tras el asesinato del joven Mauro Villamil en una verdulería de la zona sur. 

Ese homicidio volvió a movilizar a parte de los rosarinos con fortísimas críticas hacia el gobierno de Omar Perotti por la falta de prevención en las calles y de políticas de persecución del delito. Taxistas y estacioneros de servicio ganaron la calle ante la anestesia del resto de la sociedad, que en parte parece naturalizar los tiempos violentos que se viven y a la par descree de los resultados de las marchas y concentraciones.

Semana a semana, el Gran Rosario bate sus propios récords: en 120 días ya hubo 108 ejecuciones. A este ritmo el aglomerado superará este año las cifras de 2022 cuando hubo 288 asesinatos, el año más violento desde que se tiene registro. Con la particularidad de que el 70% de los casos tuvo planificación previa y ningún organismo estatal lo pudo evitar.

El ministro de Gestión Pública acompañó a su par de Seguridad, Claudio Brilloni, en una cumbre con las máximas autoridades de la Unidad Regional II para bajar un mensaje del propio gobernador: la situación no da para más. 

La reunión fue tensa. Hubo reproches al accionar policial y un reclamo de la Gobernación de urgentes resultados. Los uniformados dijeron lo suyo, insistieron en la falta de recursos humanos y materiales para combatir el delito organizado. 

Corach fue más allá y se animó a instalar la hipótesis de un trasfondo político detrás de la lluvia de balas que hay en Rosario: “Esto huele a que la política metió la cola, que alguien quiere sacar rédito de esta situación”, dijo el ministro coordinador. No es la primera vez que esta gestión plantea la sospecha de que hay intereses electorales en tiempos de campaña detrás de los acontecimientos de conmoción pública. Un atajo perfecto para eludir responsabilidades.
La principal espada política del gobernador decidió hablar públicamente para dejar sentada la postura del Ejecutivo sobre el tema que más preocupa a la población. Durante gran parte de la gestión el oficialismo no tuvo voceros políticos sobre el tema y el silencio en la materia aturdía. Se termina la gestión y los tiempos políticos apremian.

El impacto de los crímenes de los primeros días de mayo fue tal que por primera vez en mucho tiempo el intendente Pablo Javkin disparó críticas directas al corazón de la gestión Perotti: lo acusó de guardar plata en plazo fijo y no invertirla en políticas de seguridad. Lo hizo a lo Javkin sin nombrar directamente al Ejecutivo provincial ni al propio gobernador.

Pero marca un punto de quiebre de una relación entre el alcalde y el jefe de la Casa Gris que durante tres años y medio fue de extrema colaboración, por necesidad mutua, aun siendo de diferentes signos políticos. Los tiempos electorales potencian distancias y acercamientos.

Lanzado en la carrera por la reelección, Javkin sabe que debe diferenciarse lo máximo posible de Provincia y Nación en torno a la inseguridad para tener chances de seguir cuatro años más en el Palacio de los Leones. Es que parte de la sociedad le adjudica responsabilidad en la falta de resultados ante el avance de la violencia. El jefe comunal responde que no tiene armas, que sus inspectores sólo portan handys y que hace su parte, acotada por competencias de gobierno. 

Pero es rehén de sus dichos de campaña. "Soy el más preparado para cuidar a los rosarinos porque soy el que más conoce la ciudad, la camino desde chico. Sé de leyes, sé qué exigirles a las fuerzas de seguridad, sé lo que se necesita en el centro y cada barrio", se ufanó en 2019.

Nadie resiste un archivo electoral. “Ahora la paz y el orden”, prometió Perotti. Y su gestión estuvo atravesada por un baño de sangre como nunca se vio en Rosario.

Recién ratificada en el cargo como jefa regional del Ministerio de la Acusación, la fiscal María Eugenia Iribarren admitió que la violencia que azota a la ciudad desborda a los propios investigadores que acumulan las causas de una decena de crímenes mientras están de turno cada fin de semana. Volvió a pedir más recursos humanos y materiales y pidió neutralizar a los jefes narcos que aún detenidos en penales de máxima seguridad siguen manejando los hilos de la criminalidad organizada.  

Pero eludió la responsabilidad de los fiscales en la consagración de la impunidad: apenas el 33 por ciento de los delitos graves de la provincia se esclarecen según reveló el ex jefe del MPA provincial, Jorge Baclini en su informe final ante la Legislatura.

La política

En este contexto de violencia y de crispación social, la política debe definir sus candidatos para las primarias abiertas del 16 de julio. Este fin de semana vence plazo para la inscripción de alianzas y el viernes próximo será el "Día D" para anotar las candidaturas con nombres y apellidos.

El frente de frentes opositor ya casi develó todas sus incógnitas: definió su denominación (Unidos para Cambiar Santa Fe) y los principales aspirantes para la carrera hacia la gobernación: los radicales Carolina Losada y Maximiliano Pullaro, y la socialista Clara García.

Losada dio un paso más y confirmó a su compañero de fórmula, el macrista Federico Angelini. El acuerdo entre los sectores que lideran la senadora y el diputado incluye a Javkin. Tanto que el espacio del PRO que lidera el legislador nacional no presentará candidato propio a la Intendencia.

Javkin competirá dentro de las Paso de Unidos para Cambiar Santa Fe con el socialista Enrique Estévez y Miguel Tessandori. El periodista deportivo tiene prácticamente sellada su alianza con otros dos colegas: Gustavo Rezzoaglio para el Concejo y Flavia Padín para el Senado provincial.

La vedette de la rosca política será el PJ. Las distintas tribus que lo conforman están en plena negociación para definir los candidatos a la gobernación y luego el resto de las categorías. Como informó este portal, en la semana hubo acercamientos entre el senador Marcelo Lewandowski y el gobernador Perotti tras meses de inocultable distanciamiento.

Todavía siguen en pie las candidaturas de Roberto Mirabella, Eduardo Toniolli, Leandro Busatto y Marcos Cleri. Pero el cada vez más probable lanzamiento a la Casa Gris del senador nacional hará bajar a varios precandidatos, que buscarán suerte en otra competencia.