Abucheado y a los empujones, sacaron a Júarez de la sede del Supa

La interna en el sindicato de estibadores de Puerto San Martín se calentó ayer cuando el otrora poderoso cacique sindical Herme Juárez se tuvo que retirar abucheado y a los empujones de la sede gremial con incidentes que siguieron en la calle entre los dos bandos.

Todo comenzó cuando Juarez, quien fuera secretario gremial del Supa de Puerto San Martín, asistió con dos abogados para charlar con los dos interventores. El encuentro fue subido de tono pero tampoco pasó a mayores y lo que Juarez fue a reclamar son prontas elecciones y que las autoridades no dejen copar las instalaciones por la facción interna que se le opone.

Cuando la reunión terminaba, integrantes de la línea “Celeste y Blanca”, que es la opositora irrumpieron en las oficinas reclamando a viva voz que se vaya Juarez. Allí hubo insultos (como “ladrón”, “chorro”, “coimero”) y hasta algunos empujones. La presencia de autoridades policiales evitó que el incidente pasar a mayores. Pero cuando Juárez fue sacado de la sede siguieron los encontronazos en la puerta, con algunos golpes de puño,  con un pequeño grupo de portuarios que se había acercado para respaldar a Juárez.

“No estamos acostumbrados a estos aprietes. Se terminó el tiempo en que los estibadores eran los matones del puerto. Hace tiempo que somos una familia. Pero de esta forma no se puede seguir. Le pedimos a los interventores elecciones cuanto antes y que en las urnas definamos quién maneja el sindicato”, bramó Juárez. “No queremos normalización a la fuerza sino democráticamente. La cooperativa es poder, el Supa es poder, y esta gente está arruinando todo lo que construimos en 50 años”, lanzó.

La línea opositora a Juárez está liderada por Mariano Vergara, un pastor que supo ser de las filas de Juárez en la cooperativa. La interna estalló cuando el viejo líder gremial quedó preso.  Antes de este episodio Juárez había intentando entrar sin éxito en la cooperativa de estibadores de Puerto San Martín.

 La interna gremial es seguida con atención por las empresas ya que temen que el conflicto se termine dirimiendo en los muelles. Por lo pronto eso no ocurrió. En tanto, la cooperativa trabaja normalmente en los puertos. Y si bien por esta crisis interna perdió negocios, todavía tiene el 60% de los contratos de estiba/desestiba y una importante participación en los movimientos internos de las cargas. Con respecto al futuro de Juárez, en el sector empresario son mayoría los que piensan que su ciclo se acabó y que nunca recuperará el poder que tuvo en el gremio al tiempo que la cooperativa de tampoco volverá a manejar las tarifas.