Pegaron el portazo en una empresa y levantaron planta bajo nueva firma

Las diferencias a veces se hacen insalvables y algo así ocurrió con los socios de Kumen-co, firma que se instaló en Arroyo Seco para reciclar y valorizar neumáticos fuera de uso. Dos de los fundadores se apartaron de la empresa original no en los mejores términos por diferencias en la toma de decisiones y ahora montaron un negocio que incluye no sólo una nueva firma, también un establecimiento fabril en lote propio dentro de un polígono industrial.

En rigor de verdad el nuevo establecimiento ya está en funcionamiento y se llama Tricaucho. El inicio de actividad ocurrió en diciembre del año pasado y en apenas 6 meses de funcionamiento lograron consolidar un esquema de producción que los llevó a comercializar unos 3.000 m2 de baldosas de caucho.

“Estamos en pleno esquema de obra. Si bien la nave de 800 m2 ya la tenemos operativa seguimos incorporando equipamiento en el lote de 2 hectáreas que tenemos en el Parque Industrial Comirsa del San Nicolás”, precisó Leandro Palma, uno de los socios que construyó Tricaucho junto con otros dos empresarios, uno de los cuales también abandonó Kumen-co

“Hay maquinaria nacional que ya está instalada y nos encontramos aguardando tecnología de China que ya está embarcada”, mencionó Palma, en diálogo con Punto biz. Se trata de una planta de trituración por un lado y de un sector de fabricación de las baldosas por el otro, con mecanismos de punta preparados para colorear el caucho, procesos que ya están realizando en estos momentos. El objetivo final es el de pode reciclar 100 toneladas de neumáticos por mes.

El reciclaje de neumáticos ha ganado relevancia en los últimos años debido a su impacto positivo en el medio ambiente y la demanda creciente de productos sostenibles. En este sentido, la empresa de San Nicolás se suma a un pequeño pero prometedor grupo de compañías que se dedican a esta actividad en Argentina.

La inversión total, que incluye la adquisición del terreno, la construcción del galpón y la importación de maquinaria, asciende a aproximadamente los u$s500.00. A pesar de algunos contratiempos en el proceso de importación debido a cuestiones burocráticas, el equipo se encuentra entusiasmado con los avances logrados hasta el momento.

Además de la planta de Kumen-co, cuyos accionistas iniciales mantienen operativa, en la región al sur de Rosario también opera el complejo de reciclado de Worms Argentina en Fighiera, sociedad que cambió de manos hace muy poco tiempo y que atraviesa una complicada coyuntura financiera, hecho que se tradujo en abultado número de cheques rechazados.