Amante de los vinos se puso a fabricar cavas 100% rosarinas

“Detecté una necesidad en este tipo de productos y a mí me gusta el tema del vino. De hecho, con unos amigos hacemos vinos en Mendoza”, refirió a Punto biz Guido Corgnalli, al frente de Cool Wine. Armó su pyme y hace unos meses salió al ruedo con un producto poco explotado y con el que busca posicionarse en el mercado local: cavas de vino. Concentra operaciones en zona sur, por 24 de Septiembre al 2400, y actualmente cuenta con una producción de unos 30 cavas mensuales. Pese a que recién está moviendo la marca en ferias y redes, ya vende a Buenos Aires y Mendoza, y tiene en carpeta otras plazas como San Juan y Córdoba. 

“Hay mucha expectativa porque es una de las únicas, sino la única cava que se produce íntegramente en Argentina”, confió. Es que si bien el gabinete corre por cuenta de la empresa rosarina Nova Cool -operativa a pocas cuadras-, Cool Wine lo equipa, lo arma y lo comercializa. Para fabricar los gabinetes sobra capacidad, pero la cava es un producto más bien artesanal y no la producen en serie. “Las cavas requieren de otros cuidados, otros tratos, porque van destinadas a un público muy específico y exigente”, explicó el emprendedor. 

Si bien las cadenas de retail seducen como punto de colocación de marca, hoy con dos operarios que trabajan en planta no pueden stockear a las sucursales. Entre las características que Corgnalli destaca de los productos es su ensamble y fabricación local y que a diferencia de la competencia -cavas que ingresan al país por lo general importadas de China- cuentan con motor compresor para evitar que se quemen con los golpes de tensión. 

De acuerdo a la capacidad de almacenamiento dependerá el precio del equipo. Hay cavas para 20, 40, 90 y 140 botellas y su valor oscila entre los $170.000 y los $500.000. “Tenés cavas monotemperatura, que son para vino tinto, y de tres temperaturas: de 3 a 5 grados en la parte de abajo para champagne y vino espumante, en el medio de 7 a 9 grados para vinos rosados y en la parte de arriba de 13 a 18 grados para vino tinto”, especificó Corgnalli. Si bien hoy la venta es directa al público, está en constante conversación con vinerías para poder ingresarlas al mercado también por ese lado. 

“Nosotros ya fabricábamos cavas para una gente de Buenos Aires y después decidimos lanzarnos con marca propia. Hace cuatro o cinco meses que empezamos con todo lo que es ferias, publicaciones y redes sociales para empezar a mover un poco la marca”, contó. Y no descarta a futuro ampliar su actual nave -de unos 400 m2- y sumar más mano de obra en función de la receptividad puertas adentro del producto. “Al ser prácticamente los únicos en el mercado están todas las fichas puestas acá. Es un desafío personal y eso me empujó al desarrollo”, sintetizó.