Química la pegó con el boom de ventas de productos de limpieza a granel

Aunque la frase suene de Perogrullo, cada crisis genera sus oportunidades. Al menos así lo viven por estos días desde la fábrica de artículos de limpieza Aaron, que apalancados por la necesidad de numerosas familias rosarinas de ajustar sus gastos vieron crecer los pedidos un 50%. Con esta favorable perspectiva, decidieron activar una inversión que le permitirá multiplicar por ocho su capacidad productiva.

El gran salto lo generó la participación en el programa municipal Precios Justos, que desde octubre les permitió ingresar a un grupo de 70 comercios distribuidos a lo largo y ancho de la ciudad. "Eso generó un incremento de la producción en forma notoria, que hizo que tengamos que reestructurar", contó a Punto biz el titular de la empresa Fabio Di Rado, quien agregó que anteriormente llegaban al público a través de dos locales propios con venta directa y una red de revendedores especializados en la comercialización de productos de limpieza.

Frente a la caída del salario real, amplios sectores optan por marcas alternativas y en el caso de los productos de limpieza se compran a granel. Proliferan los sustitutos que son similares a los más conocidos, y que por lo general se venden en envases de uno, tres o cinco litros. En el caso de Aaron, sus precios se encuentran un 40% por debajo de las primeras marcas. "Hemos tenido alta rotación de los productos, la gente cuando los probó los volvió a elegir", dijo Di Rado, quien aclaró que si bien el costo es menor "nuestros artículos tienen una calidad igual o mejor". 

La mayor producción obligó a la firma a acelerar una decisión que ya estaba en los planes: incorporar una máquina envasadora que permitirá hacer en una hora lo que hoy les lleva ocho. En números, cada jornada laboral genera una producción de 9.000 unidades, por lo que a partir de diciembre -cuando esté operativo el nuevo equipo- esa cifra saltará a 72.000.

Como marca, Aaron lleva siete años en el mercado, aunque la elaboración propia comenzó recién en 2017. Antes el producto se compraba al por mayor, se envasaba y se volvía a etiquetar en envases más pequeños desde un local en Ovidio Lagos y Arijón.

Hoy la producción está centralizada en un predio en 27 de Febrero al 5.900, en el corazón del barrio Urquiza. Junto con el crecimiento de la capacidad de la planta, la nueva etapa estará acompañada por un incremento del 50% en la plantilla de personal, hoy integrado por ocho empleados. "Es un cambio demasiado importante para nosotros", finalizó Di Rado.