Hotel tapado de deudas: todos los caminos conducen al remate

El Hotel Viena, uno de los alojamientos más emblemáticos de Rosario, atraviesa su etapa más crítica. Sin actividad desde hace más de tres años, con sus instalaciones vandalizadas y con pasivos que superan los $400 M, la sociedad que lo explotaba solicitó el concurso preventivo de acreedores para evitar la liquidación inmediata. Sin embargo, todo indica que la venta judicial del inmueble será inevitable.

La firma Hotel Viena SRL formalizó el pedido de apertura del concurso en noviembre de 2024 y la novedad ahora es que la etapa de verificación de créditos finalizó, por lo que está a la vuelta de la esquina la definición del monto real del rojo que la firma debería enfrentar para continuar activa. El expediente tramita ante el Juzgado Civil y Comercial de la 17ª Nominación de Rosario, a cargo de la jueza Silvia Beduino. La contadora María Belén de Marco fue designada como síndica y los abogados Lucio D’Angelo y Alejandro Gurfinkel actúan como patrocinantes de la concursada.

El pasivo declarado es contundente: $75 M corresponden a deudas fiscales y previsionales, y unos $280 M a juicios laborales que —aunque la empresa todavía discute su reconocimiento— ya tienen sentencia firme en varios casos. A esto se suman obligaciones menores con proveedores. La resolución que determinará qué créditos serán admitidos en el concurso se espera en el corto plazo. Fuentes ligadas a la sindicatura insisten en que es muy factible que el remate sea el único destino del edificio dado que hoy no aparecen compradores interesados en retomar la actividad hotelera.

La debacle del Hotel Viena se remonta al inicio de la pandemia. En marzo de 2020, con las restricciones por Covid 19, el establecimiento cerró sus puertas y alojó a un único huésped de origen peruano que permaneció varado por meses. A pesar de algunos intentos por retomar la actividad, la caída del turismo corporativo y la transformación de los hábitos comerciales post-pandemia impidieron su recuperación. El hotel, tradicionalmente orientado a viajantes de comercio, perdió gran parte de su clientela cuando el contacto con clientes pasó a resolverse por videollamada.

Acorralada por las deudas y ante una ejecución fiscal iniciada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) que llegó a la instancia de remate del inmueble, la sociedad recurrió al concurso para evitar la subasta inmediata. Sin embargo, con nulas perspectivas de reactivación y un edificio inactivo desde hace años, todo apunta a que la salida final será la venta forzada del bien.

El inmueble, ubicado en Ovidio Lagos 555, estuvo a la venta a través de la firma Squadra Propiedades. Se trata de una construcción de 1.420 m² cubiertos, con 42 habitaciones distribuidas en tres plantas, terraza y ascensor. Se ofrecía como “inversión prometedora” con un valor estimado de u$s850.000, y se aceptan permutas. A pesar de su valor arquitectónico y su ubicación estratégica en Pichincha, las negociaciones hasta ahora no prosperaron.