Si bien es grave, el estado de salud de Carrocerías Sudamericanas aun no es terminal ya que en concepto de de devolución de IVA y de bonos de bienes de capital la empresa debe recibir unos $10 M que servirían para encaminar la situación y sacar sus cuentas del rojo en el que se encuentran.
La industria carrocera con planta en Rosario quedó atada a una sumatoria de ineficiencias que, sumadas al impacto que causó en el sector el quite del subsidio al transporte (por el cual las empresas de transporte discontinuaron la compra de nuevas unidades) y el ingreso al mercado local de la gigante brasilera Marcopolo (tras la compra de Metalsur), la hicieron discontinuar el pago a proveedores y contar hoy con más de $6,6 M en cheques rechazados.
Sin embargo, la llegada de un inversor de peso que va de la mano con la puesta en marcha de una serie de acciones tendientes a morigerar la deuda, hacen que en el horizonte aparezca una luz al final del túnel. De hecho, por estos días se logró que unos 15 micros que estaban en línea de producción se pudieran terminar.
“La empresa tiene pendiente la devolución de IVA desde el año 2007 y también se les adeuda bonos de bienes de capital desde diciembre de 2011. Si ese dinero que ronda los $10 M entra en el corto plazo, se darán las circunstancias para empezar a encauzarla”, comentó a punto biz una fuente muy cercana a las negociaciones.
Consultado sobre la posibilidad de recurrir a una convocatoria de acreedores para poder saldar el pasivo, estimó que no será necesario ya que a pesar de todo la situación es “saludable”, porque no se trata de un volumen de deuda imposible de hacer frente. “Encontramos predisposición de los proveedores ya que todos conocen el sector y saben que son ciclos”, sumó.
Así, las cosas, si el dinero llega y se logra reestructurar la deuda lo que le queda por delante a Carrocerías Sudamericanas es rever el negocio. Es que la concentración en el segmento de las empresas de transporte hace que para una industria como la local sea imposible competir en precio y tiempos con otra como Marcopolo.
Así, lo que hoy se analiza es la posibilidad de un cambio estratégico basado en la búsqueda de nuevos mercados. Por lo pronto, en el corto plazo los esfuerzos están puestos en estabilizar el rojo y volver a encauzar las cuentas, para luego si concentrar esfuerzos en lo que vendrá en materia comercial.