La biotech santafesina que estira la vida útil de los cultivos busca inversores

Mientras el equipo hoy trabaja fuerte para incrementar por siete el rendimiento de las plantas de arroz, las mentoras de la biotecnológica Infira ultiman detalles de la próxima ronda de inversión con la que buscan hacerse de u$s400.000 para los próximos dos años y así lograr dar un salto importante: empezar a experimentar con nuevos cultivos como la soja, alfalfa y caña de azúcar.

Con base en la ciudad de Santa Fe, la sociedad anónima tiene en su haber el hito de haber creado un método de mejoramiento vegetal único en la región, protegido a partir de la presentación de una patente argentina y una solicitud internacional. El esquema tiene la firma de Renata Reinheimer, doctora, investigadora independiente del Conicet y profesora asociada de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), y apunta a extender la vida de las plantas, las que al mismo tiempo se vuelven más productivas y resilientes, es decir, resistentes al estrés. En otras palabras logran transformar a las plantas en potencialmente inmortales.

“A partir de esta tecnología se pueden desarrollar plantas modificadas que muestran un incremento en el ciclo de vida, una producción de biomasa significativamente mayor con un sistema radicular sumamente vigoroso y además resistentes al estrés. Lo bueno de este método es que se puede usar en diferentes vegetales de interés productivo”, asegura Reinheimer, que tiene a otras dos socias fundadoras en el equipo: Cecilia Arolfo y María Victoria Nagel.

La compañía está invertida por la Aceleradora del Litoral, incubadora que tiene el respaldo de la Universidad del Litoral, La Bolsa de Comercio de Santa Fe y el Parque Tecnológico Litoral Centro de la capital provincial. “Estamos en pleno plan para acordar la ronda con nuestro inversores originales y la idea es activarla a partir de mitad de año para recolectar fondos en el segundo semestre”, precisó Nagel, en diálogo con Punto biz.

“Como hoy trabajamos eminentemente con arroz, la estrategia ahora es la de posicionarnos sobre cultivos que maritan desarrollo de forrajes y biocombustibles y en la nómina aparecen alfalfa, soja y caña de azúcar. Con el nuevo financiamiento buscamos adquirir material valioso para el trabajo y también ubicar un espacio físico para continuar el plan de investigación”, mencionó la socia. Respecto de la superficie para instalar la base propia, la startup negocia con el Parque Tecnológico Litoral Centro.

La otra gran pata que la novel compañía tiene en mente es la de avanzar con la propiedad intelectual de algunos eventos que tienen la firma de Infira. “A medida que avanzamos se van protegiendo nuevas patentes y se mantienen otras en los países que hemos seleccionado. Se trata de trámites que no son para nada sencillos”, apuntó. El plan de crecimiento se completará con la incorporación de más recursos humanos a la tarea diaria.