Vuelve Taura, un clásico de la noche rosarina que estrena nuevo formato

“Se va a abrir este viernes. Estamos ultimando detalles, y si no llegamos será el próximo”, adelantó Jorge Cura, uno de los socios que gerencian el complejo, sobre la apertura del nuevo Taura. Funcionará en el mismo lugar que el mítico boliche que marcó tendencia por muchos años en la noche rosarina, pero reacondicionado como espacio gastronómico. “Tenemos habilitación para funcionar como bar/restaurante”, puntualizó el empresario. 

Ubicado en plena costa central, al sur de La Fluvial, Taura apunta a convertirse en una alternativa de almuerzos y cenas para los socios del Club MOP y el público en general. Son en total más de 1200 m2 y se reformuló toda la estructura interior y exterior para marcar la diferencia con la anterior propuesta, de la que solo conservará el nombre. 

“Ahora está todo más delimitado, no se tiene acceso ni al río ni a las lanchas. Es un lugar totalmente alejado, como a 80 metros del río, y también tiene un ingreso independiente por calle Navarra 80. Está todo cerrado con pared y vidrio cosa de que no se pueda acceder al club”, detalló Cura a Punto biz. Quien camine por la zona podrá ver cómo está quedando el complejo, que destaca por la elección de una piedra negra en el exterior que contrasta con el rojo de la figura del toro. Por dentro, pero también al aire libre, se dispuso una espaciosa barra para disfrutar del paisaje costero. 

En principio, la apuesta es abrir los fines de semana y cuando esté todo más encaminado ampliar la agenda. “Eso va a depender de cómo va avanzando la cocina y la gente. Si vos querés meter full del minuto cero, te vas a golpear la cabeza contra la pared. Va a ser algo progresivo, de acuerdo a cómo el personal vaya adaptándose al trabajo”, sostuvo. Respecto de la oferta gastronómica, la idea es hacer platos modernos, con buena presentación y a precios accesibles. “No vamos a vender nada raro. Será una línea tradicional, pero con platos bien presentados y una estética moderna”, adelantó. 

Las obras habían arrancado justo antes de la pandemia y recién se reactivaron sobre mediados del año pasado para que pudiera ver luz este 2022 y en plena temporada estival. Lo cierto es que aunque comparte nombre y predio con el anterior Taura, Cura se encarga de marcar la diferencia: “La apuesta es distinta. Mantenemos el nombre y buscamos seducir con la decoración y nuestra cocina".