Planta santafesina con capacidad ociosa ahora hace alfajores para Medio Oriente

Gayalí no solo es reconocida por los alfajores santafesinos que desde hace décadas deleitan el paladar de los argentinos y en particular de los santafesinos, sino también por ser una empresa que desde su fundación en 1913 en la confitería y pastelería "Las Delicias", ideada por los hermanos Don Guillermo y Miguel Gayá, sigue en manos de la misma familia. Sin buscarlo y durante la pandemia, Gayalí recibió una oferta comercial de Medio Oriente, lo que llevó a la firma a abrir las puertas de la noche a la mañana al comercio exterior. En agosto hicieron su segundo envío de alfajores a Israel y desde la empresa aseguran que el plan es seguir en esa línea, conquistando nuevos mercados por todo el mundo. 

“La pandemia nos mató porque comercializamos un producto que depende en un 90% del turismo, estuvimos mucho tiempo cerrados o con ventas muy bajas”, aseguró a Punto biz Dolores Correa, referente de Gayalí y esposa de Rodrigo Gayá, quien es la cuarta generación al frente del negocio. Además, comentó que en ese periodo de gran dificultad para el comercio en general “trataban de vender de a una caja de alfajores, como sea”.  

Al poco tiempo, en julio de 2021 Gayalí recibió un mensaje por Instagram de una persona de Arabia Saudita que tenía intenciones de probar los productos y consultó por si era posible enviar a ese país una muestra. “No sabíamos como hacerlo hasta que una amiga me dijo que me anote al programa Desafío Exportador”, indicó Correa en referencia a este plan nacional que tiene como objetivo asesorar a las empresas por medio de profesionales del comercio exterior para que puedan vender sus productos al mundo.

De esta manera, la empresa santafesina se inscribió al mencionado programa y a los tres meses, en noviembre de 2021, sacaron una exportación de alfajores a Israel. “Vino el asesor técnico a la empresa y nos empezó a capacitar en todo lo relativo al comercio internacional. Así apareció un interesado en Tel Aviv y muy rápidamente concretamos la exportación”, relató.

“La primera vez tuvimos mucho trabajo, ya que no sabíamos nada y fueron muchos los papeles y trámites que tuvimos que hacer. Además, tuvimos que adaptar el packaging al lugar de destino”, señaló la gerenta y en ese sentido explicó que tuvieron que imprimir etiquetas en hebreo adaptadas al nuevo mercado.

El primer envío que se hizo a Israel consistió en 2.000 cajas de 12 unidades cada una. El producto resultó un éxito en tierra israelí, por lo que en agosto tuvieron un  nuevo pedido y en esa oportunidad  mandaron 700 cajas más.

Consultada por los costos y beneficios para una empresa familiar y sobre todo, que elabora un producto regional, que arrojan el dedicarse a la exportación, Correa apuntó a que hoy por hoy “en beneficio económico es casi lo mismo que vender en Argentina”. “Por cuestiones cambiarias, tomamos la cotización del dólar oficial. El tema pasa por conquistar nuevos mercados y si tenés capacidad de producción u ociosa en la fábrica, como en nuestro caso, lo podes aprovechar al máximo”, afirmó.

Como parte de esta  nueva veta comercial, Gayalí ya envió muestras a Estados Unidos e Italia. “El único inconveniente es que mandar muestras tiene un alto costo”, reparó la referente de la empresa.

Por último, manifestó las intenciones de la fábrica de alfajores de incrementar las exportaciones. En esa línea, Correa señaló que en poco tiempo se realizará una feria de comercio exterior en Perú, a la que están evaluando asistir para contactar con potenciales nuevos clientes. 

“Gayalí cumple en noviembre 109 años y es una empresa familiar que está en manos de la cuarta generación, cosa que no es habitual en Argentina. Eso ya es un mérito en si mismo. Por si fuera poco logramos realizar la primera exportación el año pasado y esperamos que vengan muchas más”, concluyó.