Pedalean el negocio de las donas con un formato novedoso

En las plazas San Martín y Pringles o en la Calle Recreativa. Cualquiera es desde hace dos meses parada obligada del carro de Donut Truck, una "street bakery" -o “panadería callejera”, si nos atamos a la traducción literal- que se concibió originariamente para no comprometer local, pero sí tener presencia en diferentes puntos de la ciudad. ¿Su especialidad? Las donas, de distintos sabores y bien caseras. Un producto que supo capitalizarse muy bien, pero que es apenas explotado en Rosario. 

“Cada vez que íbamos a Estados Unidos siempre las comíamos, nos encantan. Pero hasta hace poco no había ningún lugar físico que las vendiera más allá de alguna panadería que tiene un par de sabores”, dice a Punto biz Agustina, quien junto a su pareja decidieron darle vida a este emprendimiento en el verano. Lo cierto es que si bien ya venían macerándolo, el camino fue largo y hubo que ensamblar varias piezas. 

El carro fue diseñado con la ayuda de un arquitecto porque tenían en claro que querían diferenciarse no sólo en cuanto a estructura, sino también con la estética. Y el logo fue trabajado por especialistas en Marketing para amalgamar todo el concepto. “Nos gustaba esta propuesta por el hecho de que nosotros podemos llegar a la gente, no es que estamos en un local esperando a que venga el cliente a comprarnos”, confía. Aunque todavía es prueba y error, aspiran a salir a la calle con un segundo truck para cubrir una franja más amplia y el extra es que se lo puede alquilar para eventos tales como cumpleaños de 15 o casamientos. “El proyecto de entrada fue pensado para parques, plazas y eventos”, refiere Agustina.  

Querían que fuera eco-friendly, sin motor, y hasta usan cinta vegetal para sujetar cada bolsita con donas. Como es un triciclo y a tracción, el propósito de hacerse de un segundo eslabón es para que quien lo pilotee no tenga que recorrer tantas cuadras por día. Porque aunque ellos comandan el negocio, no son quienes pedalean: tienen varios colaboradores y un pastelero que está detrás del orquestado de cada dona. La variedad es amplia: clásicas glaseadas, de chocolate con granas de colores, rellenas de Nutella, dulce de leche, pasta de Bon o Bon, crema pastelera o crema chantilly, y otras de chocolate con Oreo, Kit Kat y Kinder. 

“La forma y el diseño del carro es porque queríamos armar algo lindo y vistoso que sumar a la propuesta; hasta cuenta con luces led y está iluminado en la noche”, refiere la joven kinesióloga. Como era difícil combinar la profesión con un emprendimiento por lo acotado de sus horarios, encontraron en Donut Truck el ensamble perfecto: “Pasamos por varias opciones viendo qué hacer sin dejar de lado nuestra profesión. Queríamos algo que estuviera bueno y que fuera distinto a todo lo visto. Se nos ocurrió esto, lo trabajamos y le dimos para adelante”.