Multinacional invirtió en Rosario más de u$s9 M para fabricar nuevos productos

Aunque como todos sus competidores tuvo que adaptarse a la lógica de producción que imprimió la pandemia, la multinacional Epta, cuya única planta fuera de Europa está en la zona sur de Rosario, completó un proceso de inversión que arrancó en 2019 por  €10 M. El desembolso implicó la adaptación de la unidad productiva para la fabricación de equipos de refrigeración comercial para operar con gas ecológico como el Co2 y el propano, en reemplazo de los gases sintéticos.

Con una presencia destacada en la edición 2022 de la Feria Internacional de la Alimentación (Fiar), Epta Argentina a través de la marca Costan, confirmó además la constitución de un base técnica controlada desde Rosario que permite digitar el movimiento de personal en el resto de los países de la región.

“Comenzamos en 2019 con el reemplazo de equipos y al reestructuración de la planta para la fabricación de una nueva gama de productos que permiten reducir en un 40% el consumo energético del cliente y son más amigables con el medio ambiente”, mencionó Ignacio Quintana, gerente de Marketing de la compañía de origen italiano, en contacto con Punto biz.

“La novedad incluye la fabricación a nivel local de centrales de Co2, algo que antes era importado. Se trata de mercadería que en Europa ahora es exigida por Ley y que estamos trayendo a la oferta regional donde no es obligatoria. No obstante, hay una decisión de casa matriz para adaptar la oferta global a los mismos estándares”, remarcó Quintana.

El plan de inversiones estuvo acompañado por el incremento de la dotación de personal en un 20%. “Hemos llegado a un plantel de 400 colaboradores directos en Rosario desde donde sale la mercadería para toda la región. Precisamente el programa de exportaciones de la filial argentina nos permite tener una balanza favorable para la importación de algunos componentes que sí o sí debemos traer del exterior.

Si bien Epta Argentina trabajó fuerte en un plan para sustituir proveedores del exterior por partes fabricadas en el país, lo cierto es que el esfuerzo no alcanza. “Hay componentes que por criterios de calidad no podemos sustituir. De todas maneras si bien contamos con espalda exportadora como para disponer de dólares para adquirir insumos fronteras afuera, tenemos un plantel de proveedores locales que nos permiten salir del paso en contexto de fuerte tensión logística”, explicó el ejecutivo.

Es que tras el paso de la pandemia, la falta de contenedores y buques a nivel global sigue siendo evidente. “El problema no es el acceso a los dólares para importación. La dificultad más grande es la espera para la llegada de un encargue de suministros desde afuera. Antes eran 5 semanas, ahora son 15”, puntualizó.