La EPE estudia alternativas para evitar que se caiga una inversión de u$s70 M

Tal como anticipó Punto biz hace más de dos semanas, los avatares alrededor de la firma MSU Agro y sus intenciones de levantar en el distrito de Rufino una planta procesadora de maní por un valor de u$s70 M desnudan el serio déficit energético que tiene la geografía santafesina.

Con el inicio de obra demorado, la instancia actual encuentra a la compañía aguardando por un informe técnico de debe elaborar la Empresa Provincial de la Energía (EPE) sobre cómo puede enchufarse a la red eléctrica el futuro complejo productivo que demanda la friolera de 11 megavatios cuando estén terminadas sus dos etapas. Se trata nada más y nada menos que el consumo total de energía de la ciudad de Rufino, ubicada a solo 20 kilómetros del predio industrial en cuestión.

Mientras se espera por los resultados del relevamiento técnico, desde el directorio de la EPE confirmaron que “toda obra extra tendencial inherente al suministro de energía” es solventada por el inversor privado “y lo que hace la empresa provincial es descontar parte del costo de los trabajos de la tarifa eléctrica posterior al cabo de cierto período”.

El encomillado corresponde a Gisela Wild, gerenta de Cooperativas de la EPE y además presidenta de la Cooperativa Eléctrica de Ibarlucea, en diálogo con Punto biz, a propósito de los contactos que tuvieron desde la compañía distribuidora con MSU Agro.

“No se trata de una decisión antojadiza. Así lo estipula la legislación vigente. Por obra extra tendencial entendemos que son las tareas para adecuar la infraestructura disponible a un consumo que sale de las proyecciones previstas en el marco del crecimiento poblacional e industrial de determinada zona de la provincia. El mismo esquema normativo se aplica a desarrollos inmobiliarios e industrias incluso en el Gran Rosario o Gran Santa Fe, con obras que costea el privado”, analizó Wild.

La funcionaria de todas maneras confirma que todavía no se dio un dictamen respecto de las inversiones necesarias para garantizar el flujo eléctrico para la planta. Vale recordar que la polémica se suscita a partir de lo esgrimido por el titular de la Cooperativa Eléctrica de Rufino -con cobertura en la zona donde va a instalarse la planta de MSU- que antipop la necesidad de encarar inversiones millonarias para garantizar el flujo eléctrico, a partir del gran consumo que implica la puesta en servicio de la planta.

“La EPE está analizando las alternativas. Una de las posibilidades es que la planta pueda conectarse directamente a la línea de 132 Kv que nace al oeste de Rosario y alimenta a las ciudades de Firmat, Venado Tuerto y Rufino, entre otras. Ahora bien, esa línea de por sí hoy es alimentada por generación extra a partir de dos parques de motores que administra la mayorista Cammesa y que operan en Rufino y Venado, precisamente porque existe un déficit energético importante en el extremos sur provincial”, advirtió Wild.

Ahora bien, ya sea para engancharse a la línea de 132 kv, como para aportar flujo extra para que el sistema no colapse, hacen falta inversiones que MSU Agro parece que no estar dispuesta a realizar. En las últimas horas Punto biz pudo comunicarse con fuentes ligadas a la firma agropecuaria quienes aseguran que mantienen un buen diálogo con la EPE y la Cooperativa de Rufino, aunque ratificaron su postura de no abonar un peso más allá de lo establecido en los planos.

¿A qué le dicen “no” desde MSU? A cualquier inversión que implique generar kw extras para la línea de 132 y hasta incluso aseguran que no costearán siquiera la subestación que tendrá como función bajar la tensión para el consumo del equipamiento. La postura, por lo pronto, parece ignorar lo que establece la legislación y es un elemento que en todo caso debería haber estado en los cálculos de la compañía al fichar el lote en el extremo sur de la bota, donde desde Firmat a Rufino, incluido Venado Tuerto, existe un cuello de botella severo en lo que a provisión eléctrica se refiere.

“En todo caso la EPE podrá colaborar junto con la administración provincial y el gobierno local en buscar herramientas de financiamiento para las obras inherentes al abastecimiento energético de la futura planta”, se remitió a remarcar la gerente de Cooperativas de la Empresa Provincial de la Energía.

El déficit de energía repercute en que no son pocas las ocasiones en que la línea de 132 Kv que nace al oeste de Rosario y abastece el sur de “la bota” sale de servicio. “Hay un proyecto, que desde ya excede a la EPE, y que parte de la construcción de una red de 500 Kv desde Mendoza hasta el noroeste bonaerense y desde allí a Rufino para alimentar la red existente y evitar la dependencia de generación térmica extra que Cammesa debe sobrellevar vía combustión de gasoil tanto en la propia ciudad de Rufino como en Venado”, precisó Wild.

Se trata de la línea Río Diamante – Charlone – O´Higginis – Plomer. El master plan precisa que nazcan desde la ET Charlone (provincia de Buenos Aires, partido de General Villegas) dos líneas de 132 kV a la localidad de Rufino, en el extremo sur santafesino. Aunque nunca la obra salió del mero trazado en un mapa.