Conocen de vinos y plantaron una apuesta de alta gama en Pichincha

Hace 15 años emergía La Toscana, una vinoteca que se instaló cuando no era el furor de este rubro en el barrio de Echesortu. Hoy, están de novedades tras la inauguración de su segunda sucursal en Pichincha. El nuevo local, ubicado en Santiago 150 abrió oficialmente el pasado 14 de marzo, en un evento con más de 200 invitados y donde presentaron su propuesta de alta gama.

La decisión de la firma de expandirse surgió a partir de la creciente demanda y la posibilidad de ofrecer una experiencia más amplia. "Este local es muy grande, tiene casi 400 metros cuadrados, lo que nos permite contar con una selección de vinos de todas las bodegas del país", explicó Soledad, titular de La Toscana, en diálogo con Punto biz.

A pesar de la apertura en diciembre pasado, la finalización de la obra demandó varios meses más. "Nos faltaba la sala de catas, que era clave para nosotros", indicó. Finalmente, el espacio está listo y podrá albergar hasta 34 personas para degustaciones organizadas regularmente. De hecho, ya hay eventos programados hasta junio, con la posibilidad de aumentar la frecuencia a una cata semanal según la respuesta del público.

Uno de los aspectos más llamativos del nuevo local es la restauración de un antiguo horno de panadería que pertenecía a la histórica cadena de supermercados Tigre. "El horno es enorme y decidimos convertirlo en una cava especial para guardar vinos con las condiciones ideales de humedad y temperatura", detalló la dueña.

Además de la venta de vinos y destilados para todos los bolsillos, La Toscana ofrecerá catas dirigidas por sommeliers, incluyendo eventos exclusivos para empresas y presentaciones de productos. "Ya hacíamos degustaciones en empresas, y ahora queremos trasladar esa experiencia al local", comentó Sole. Este tipo de eventos buscan generar un ambiente más distendido para reuniones y encuentros corporativos.

La vinoteca, ubicada en Santiago 150, estará abierta de lunes a viernes, de 9.30 a 21.00, y los sábados con un breve receso al mediodía. La propuesta busca atraer tanto a clientes habituales como a nuevos visitantes interesados en conocer el espacio. "Queremos que la gente venga a ver el local, más allá de que compre o no", finalizó Soledad.