A Vassalli le buscan novio y al menos hay tres inversores interesados

Aunque desde el ámbito sindical aclaran que, bajo la conducción actual, Vassalli Fabril viene cumpliendo con el pago de los sueldos para los 280 empleados que operan en el complejo industrial que la compañía tiene en Firmat, sostienen que es necesaria la venta de la firma para garantizar la continuidad de las fuentes de empleo.

La transición presidencial y la incertidumbre respecto de la política industrial del gobierno de Javier Milei encuentran a Vassalli con el cartel de venta puesto. Es que el empresario Esteban Eskenazi -que tiene el 90% del capital accionario de la fábrica de cosechadoras- ya avisó que quiere desprenderse de la estructura a la que ingresó primero como accionista marginal bajo el interés de manejar una empresa que de alguna manera representara el acervo metalúrgico argentino, a pesar de no tener conocimiento en el rubro.

Lo cierto es que un mix entre las condiciones de la macro -una fuerte sequía que paralizó ventas más severas dificultades para el ingreso de insumos importados- y la falta de experiencia de un empresario -hijo mayor de Enrique, el titular del Grupo Petersen- que no viene del palo de la maquinaria agrícola, terminaron por complicar el negocio. “Con Eskenazi hay una muy buena relación. Ha sido muy prolijo en mantener las condiciones del personal y si bien hay hoy restricción en los turnos de trabajo, se cumple con la liquidación de los salarios a raja tabla, algo que no sucedió con anteriores administraciones”, indicó Diego Romero, referente de la filial Firmat de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), en contacto con Punto biz.

El gremio se mueve activamente para “encontrarle un novio a Vasalli” y cuando identifican un potencial comprador, se los acercan a Eskenazi, una figura que parece muy dispuesta a escuchar al sindicato. “Yo no te podría decir que Esteban perdió plata, pero sí que ‘salió hecho’ como se dice en la jerga. Pensó que podía ser más sencillo administrar una empresa como Vassalli que si bien tienen un nombre muy consolidado en el mundo del agro, atraviesa un mercado complejo. No fue para nada sencillo hacerse de las utilidades que evidentemente pretendía”, reconoció, sin animosidad, el representante de la UOM.

Tres interesados

Si bien no trascendieron los nombres, desde la central metalúrgica indicaron que “por lo menos hay tres interesados en adquirir la compañía, pero las negociaciones están atadas al comportamiento de la política industrial del nuevo presidente de la Nación”. De acuerdo a lo que supo Punto biz, todos los que han alzado la mirada para fijarse en el potencial productivo de Vassalli vienen de gerenciar o están ligados a la industrial de maquinaria para el agro y uno al menos es santafesino y pertenece a una localidad cercana a FIrmat.

“En términos de tecnología la fábrica está hoy un poco atrasada, aquel que pretenda ser competitivo con Vassalli deberá invertir pero al mismo tiempo la firma tiene una capacidad instalada que obviamente evita empezar desde cero. Hay una estructura industrial que es muy noble en lo que respecta a la superficie total de la empresa y los m2 cubiertos”, agregó Romero.

El derrotero de Eskenazi en la empresa creada en 1949 por Roque Vassalli se dio en el marco del fondo de inversión que capitaliza una empresa “sin dueño” tras el paso de un grupo de concesionarios de la marca en el gerenciamiento luego de que la heredera del fundador, Mariano Vassalli se retiró del negocio. Originalmente fueron 15 los inversores, entre los que figuraban Julio Crivelli, Juan Manuel Colazo y Guillermo Ferraro -próximo ministro de Infraestructura-. Eskenazi llegó después, llevado por alguno de sus colegas empresarios y fue capitalizando la firma hasta quedar con el 90% de las acciones. El 10% restante está en manos de Matías Carballo, hermano de un peso pesado del negocio bancario.

“Quien se quede con Vassalli se va a encontrar con una empresa saneado, con un acuerdo de pago a los acreedores en el marco de un concurso preventivo que ya está firmado y que pronto se empezará a pagar. Es una firma viable”, insistió Romero.