Tras los destrozos se abre una alternativa para zanjar el conflicto portuario

Los ánimos están cada vez más caldeados en el Puerto de Rosario y se interrumpió toda actividad, con cortes de tránsito en ambos sentidos sobre el acceso sur de Av. Circunvalación. No solo se vivieron momentos de tensión cuando una persona disparó desde un vehículo a los manifestantes, sino que además este jueves la escalada de violencia continuó y hubo destrozos en el Concejo y la Municipalidad. 

Luego del episodio que se vivió, Cesar Aybar, secretario gremial del Sindicato de Trabajadores Portuarios Argentinos (Supa), trató de ensayar una disculpa por los hechos de violencia y aseguró que tras la escalada de la medida de fuerza esperaban la llegada de altos mandos de la empresa Ultramar, una de las compañías accionista de Terminal Puerto Rosario (TPR), la concesionaria que protagoniza el diferendo con el gremio.

Los dichos de Aybar intentaron apagar momentáneamente el fuego albergando la esperanza de que con la intervención de ejecutivos de Ultramar se pudiesen despejar los nubarrones. Vale aclarar que el gremio se opone a una serie de despidos en los que avanzó TPR, apuntada por las obras que al parecer debería haber garantizado en los muelles I y II del puerto y que se niega a realizar.

 "Nada justifica esto, pero estamos en un momento en el que los trabajadores no podemos pagar las deudas y no estamos pudiendo poner un plato de comida en la mesa, lo cual es injusto porque en plena pandemia nuestros compañeros trabajaron 24/7. Pedimos disculpas por los desmanes y si alguna persona cometió algún acto de violencia se tendrá que hacer responsable", planteó el gremialista.

Y siguió: "No tendríamos que haber llegado a diciembre con 600 compañeros en la calle, sin nada para comer. Eso también es muy violento e injusto porque hemos puesto todo sobre la mesa desde hace muchos años para que las empresa siga adelante con un puerto totalmente destruido y desprestigiado por falta de condiciones de seguridad e higiene y sin herramientas". 

Por su parte, el intendente Pablo Javkin también se manifestó al respecto. Primero lo hizo en redes sociales y después habló con la prensa sobre lo sucedido. "Lo que pasó hoy es un hecho gremial. Vienen y rompen la puerta y no hay un fiscal de flagrancia. ¿Para qué están las fuerzas del orden? Acá tienen que intervenir quienes tienen poder de policía", subrayó. 

Otras repercusiones  

Quien también se mostró crítico al respecto fue el diputado nacional de Juntos por el Cambio, Gabriel Chumpitaz. En sus redes sociales compartió un video en el que se observa a dos trabajadores golpeando al empleado de seguridad del puerto. “Es un asalto gremial. Indigna ver al Supa y sus matones golpear al vigilador para tomar control de la terminal. Argentina necesita producir y exportar, pero los gremios paralizan y escalan en violencia. El gobierno provincial y nacional siguen sin actuar”, sostuvo.

“Tristemente todavía queda un año de carencias en materia de seguridad y control en Rosario y la provincia”, sentenció.