La historia de los bizcochos 9 de Oro, una marca con ADN rosarino

La noticia se conoció este jueves por la mañana: el gigante alimenticio Molinos Cañuelas pidió concurso preventivo de acreedores. El stock de deuda de la compañía ascendería a unos u$s1.300 M. Se repite así una situación parecida a la de Vicentin. Los bizcochos de grasa 9 de Oro, en todas sus variantes, y la harina Pureza son las principales marcas de este gigante alimenticio que cuenta con 21 plantas en todo el país y operaciones en Brasil, Bolivia, Chile y Uruguay.

Molinos Cañuelas informó que había llegado a un consenso con “una relevante cantidad de las instituciones financieras involucradas, incluida la banca nacional y organismos multilaterales” pero que “las acciones judiciales promovidas por una minoría de entidades financieras forzaron a la empresa a solicitar, conjuntamente con la firma Compañía Argentina de Granos S.A. (Cagsa), la apertura de su concurso preventivo de acreedores”.

La deuda sería cercana a los u$s1.300 millones. El comentario es que las entidades financieras que se habrían rehusado a un entendimiento habrían sido el HSBC, Galicia e Itaú.

No muchos saben que las galletitas 9 de oro llevan ADN rosarino. “9 de Oro es una marca referente dentro del mundo de los bizcochos, afirmada en su alta calidad y reconocida trayectoria. Asociada con el compartir, 9 de Oro es tradición. Siempre presente en familia y entre amigos, sin distinción de edades.Ha trascendido ‘el momento del mate’ logrando conquistar nuevos segmentos, con un amplio portfolio de opciones para todos: un 9 de Oro para cada gusto y momento”, así define la empresa a su etiqueta insignia, una marca que con el paso del tiempo se diversificó en alfajores, cookies y cookies rellenas, obleas, budines y madalenas.

Pero las 9 de Oro no nacieron en Córdoba (de donde es oriunda la familia Navilli, dueña de Molinos Cañuelas), ni en Buenos Aires. La fábrica original estaba en pleno centro de Rosario y Molinos la compró mucho tiempo después, en 1985. Según se cuenta, el nombre se debe a que, al principio, había sólo 9 trabajadores que para el dueño “eran de oro”. Cuando la planta de Rosario quedó chica, la trasladaron a Granadero Baigorria, Santa Fe, donde se fabrican los bizcochitos hoy.

Durante un tiempo, 9 de Oro fue auspiciante en el automovilismo, uno de los hobbies del fundador de la alimenticia Adriano Navilli, que murió en 2016.