Con la mirada puesta en la innovación, la compañía familiar Tabor, con larga trayectoria en la fabricación de llaves de bronce, le dio una vuelta a la tradicional herramienta y creó “Gira”, la misma llave pero hecha en base a polímero, un plástico de alta resistencia que permite disminuir el costo final del producto, con las mismas prestaciones e incorporando detalles que hacen más fácil su empleo.
El desarrollo nació en la misma fábrica que desde los años '80 genera en Pergamino más de 500 modelos de llaves principalmente hechas de bronce, materia prima que está muy instalada en el mercado para los usuarios finales, aunque también en las cerrajerías, principales agentes en la comercialización de los popularizados instrumentos.
“En la búsqueda de variantes, hicimos algunas pruebas empleando polímero y obtuvimos una llave que llama la atención a la vista y aunque parezca poco resistente, tiene la misma nobleza que el bronce”, contó a punto biz, Héctor Naim, el dueño de la empresa y a a la vez ideólogo del invento que por estas horas tramita su patente internacional. El material, posibilita multiplicidad de colores e integra relieves que permiten el uso sencillo para disminuidos visuales.
“Hace cerca de un año y medio estamos comercializando las llaves de polímero, primero comenzamos con pocos modelos y hoy tenemos alrededor de 50 alternativas sobre todo en doble paleta, las más difundidas”, agregó Naim. La novedad intenta difundirse por el país, buscando convencer a los cerrajeros que hasta ahora parecen los más reticentes.
Justamente en ese intento Tabor recorrió varios centros urbanos importantes de la Argentina planteando las ventajas del nuevo material. “Nosotros lo comercializamos a los distribuidores un 40% más barato que la llave convencional, es más liviana e incluso se adapta fácilmente a los tornos que que usan todos los cerrajeros”, aportó el hombre que está al frente de la empresa familiar.
Para afrontar la producción de llaves de polímero que hoy representan el 25% de la fabricación total de la firma, Naim tuvo invertir en una nueva planta al lado del histórico edificio que emplea el bronce como materia primera fundamental. “Es un galpón similar al que tenemos desde siempre, pero con maquinarias totalmente diferentes, en este caso, artefactos inyectores que fueron adaptados especialmente para crear las llaves”, puntualizó el empresario.