Cerveza: el secreto para un pelo sano

La salud del cuerpo depende en gran medida de los hábitos alimenticios que se adquieren, y en el caso del cabello, esto no deja de ser cierto. Los nutrientes que favorecen a una buena salud capilar son las vitaminas A,B, C y E, la biotina (vitamina H), el Zinc y ácido linolénico. Todos ellos se encuentran en una misma bebida: la cerveza.

Según la doctora Rosa Ortega, de la Universidad Complutense de Madrid, las vitaminas y minerales provenientes de la cebada y el lúpulo, con los que se elabora la cerveza, ayudan a que el pelo adquiera cuerpo y volumen y crezca sano.

En primer lugar, contienen vitaminas del grupo B, que ayudan a evitar la pérdida de coloración capilar y la caída del pelo, favoreciendo además la circulación sanguínea en el cuero cabelludo.

Por otro lado, la vitamina H interviene en la generación de grasa en el cuero cabelludo, protege el cabello contra la caída y le brinda mayor elasticidad. Además, previene el quiebre y la resecación, interviene en la producción de queratina que cuida el color y previene la caída.

Por último, el Zinc estimula la reproducción celular, el crecimiento y la reparación del tejido del pelo, y es particularmente útil en cabellos sin brillo y de textura fina.

Con todos estos nutrientes, no hay por qué sentir culpa en tomarse una pinta de vez en cuando. Pero si se busca evitar el consumo de esta bebida, se puede incorporar al cuidado capilar mediante algún tratamiento hecho en casa.

Para aprovechar sus propiedades, se debe eliminar el gas de la bebida dejando la cerveza destapada antes de su aplicación.

Una opción es mezclar 30 ml de cerveza con un huevo y aplicarlo al cabello dejándolo actuar por 15 minutos antes de proceder con el lavado normal.

También se puede aplicar una lata de cerveza directamente sobre el cabello húmedo y luego de 5 minutos, lavarlo normalmente.

Por último, se puede fabricar un “shampoo” especial para cabellos dañados, mezclando el shampoo de siempre con diez gotas de aceite de oliva, diez de esencia de romero y medio vaso de cerveza, para un pelo radiante y sin daños.