Reciclaje de electrónica: recuperar valor disminuyendo impacto ambiental 

Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (Raee) o residuos electrónicos son una de las corrientes de residuos de más rápido crecimiento. A nivel mundial, sólo el 17% se recoge y recicla oficialmente, lo que supone un desperdicio de materiales valiosos y provoca daños al medio ambiente. Se considera "residuo electrónico" a todos aquellos aparatos tecnológicos que, por ser considerados obsoletos o averiados, son desechados.

Desde la ONU se calcula que en 2019 se han generado 53,6 Mt de Raee a nivel mundial. Esto significa un incremento del 21% desde 2014. Del total, se documenta el reciclaje del 17% y el valor de las materias primas halladas arriba a u$s 57.000 M. En Argentina se estima que, en el año 2019, se han generado 7,3 kg per cápita de este tipo de residuos (327,6 kt en total), habiendo existido una comercialización de los aparatos a razón de 7 kg per cápita  (313 kt en total).

El 32% de estos últimos se refiere a la categoría “aparatos grandes”, y le siguen los “aparatos de intercambio de temperatura” con el 22%. La tasa de recolección de nuestro país es del 4%, encontrándose por encima de la media (2,7%) en relación a los 13 países que, a nivel regional, se encuentran en el ámbito del Monitor regional de residuos electrónicos para América Latina. Ellos son: Argentina, Bolivia , Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras , Nicaragua, Panamá, Perú , El Salvador , Uruguay y Venezuela.

Costa Rica lleva la delantera dentro de la región con un 8% de recolección, mientras que Argentina se ubica debajo de Chile (5%), sobre Uruguay (3%) e igualando porcentaje con países como Bolivia y Ecuador.

¿Cuáles son estos materiales? La reutilización de componentes puede extenderse desde minerales como el oro o el litio, hasta plásticos. Además de la posibilidad de separar los componentes valiosos, el tratamiento de estos residuos permite dar un curso cuidado a los desechos tóxicos y contaminantes, como gases de efecto invernadero, mercurio y plomo. 

¿Cuáles son los aparatos que pueden reciclarse al ser desechados?

1. Aparatos de intercambio de temperatura: se incluyen en esta categoría los refrigeradores, los congeladores, los aparatos de aire acondicionado y las bombas de calor.

2. Pantallas y monitores: comprenden televisores y monitores de cristal líquido (LCD) y de diodos emisores de luz (LED), computadoras portátiles y tabletas electrónicas.

3. Lámparas: se incluyen lámparas LED, lámparas de descarga de alta intensidad y lámparas fluorescentes compactas y de tubo recto.

4. Grandes aparatos: se incluyen productos como lavaplatos, lavadoras, hornos y sistemas de calefacción central, impresoras profesionales y paneles fotovoltaicos.

5. Pequeños aparatos: se incluyen microondas, parrillas y tostadoras, productos de higiene personal, altavoces, cámaras, equipos de audio y auriculares, juguetes, herramientas domésticas y sistemas médicos y de monitoreo.

6. Pequeños aparatos informáticos y de telecomunicaciones: se incluyen computadoras de mesa personales, impresoras, teléfonos celulares, teléfonos inalámbricos, teclados, enrutadores y consolas

¿Cuál es el marco legal para los Raee?

En Argentina no rige una legislación específica que regule este tipo de residuos y su tratamiento. Sin embargo, su gestión se contempla en la Ley Integral de Residuos Domiciliarios y en la Ley de Residuos Peligrosos, que establecen cómo deben gestionarse este tipo de residuos y cómo deben registrarse, y que definen los requisitos con los que deben contar los operadores certificados, transportistas y operadores en general.

En relación a los compromisos internacionales, Argentina celebró cuatro convenios:

- Convenio de Basilea (en vigor desde 1992):  Regula la gestión transfronteriza de los desechos peligrosos y otros desechos y, con el objeto de proteger al ambiente y la salud de las personas, obliga a todos los países miembros a asegurarse que estos se manejen y eliminen de manera ambientalmente racional, procurando, por un lado, minimizar las cantidades que atraviesan las fronteras, y por otro, tratar y eliminar los desechos lo más cerca posible del lugar donde se generen.

- Convenio de Rotterdam (en vigor desde el 2004): El Convenio establece un procedimiento de Consentimiento Fundamentado Previo (CFP) para la importación de productos químicos peligrosos, en el cual el país exportador debe informar al país importador cuáles son los riesgos de esa sustancia, en caso de que existan.

- Convenio De Estocolmo (en vigor desde 2005): El Convenio obliga a los Estados Parte a presentar un Plan Nacional de Acción que reúna la información sobre el estado de situación de cada producto químico y establezca los objetivos y actividades que va a realizar el país para garantizar su manejo ambiental.

- Convenio De Minamata: Busca abordar la gestión del mercurio en su ciclo de vida completo y regular, restringir o prohibir todas las operaciones y actividades donde la acción humana intermedia su uso.

Por otro lado, también existen otras herramientas como resoluciones que incluyen a la Raee. Por ejemplo, Argentina ha adoptado una Estrategia Nacional de Gestión Sustentable de Residuos Especiales, que incluye los residuos electrónicos.

A su vez, a través de la Resolución 522/2016, se establecen objetivos, definiciones y lineamientos para el desarrollo de una estrategia nacional referida al Manejo Sustentable de Residuos Especiales de Generación Universal (que incluye los Raee, entre otros residuos).

Cadena de valor

Con respecto a la “cadena de valor” de los aparatos, al Ministerio de Ambiente estima que “una pequeña fracción se dispone indebidamente con los RSU, en tanto que una cantidad muy importante -entre 50 % y 60 %- se almacena en hogares y pequeñas empresas e instituciones, en general, porque se desconoce qué hacer con ellos”.

Según un informe del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI, 2018), “un 60 % de los Raee terminan en basurales o contenedores”. Sólo el 3% de los Raee pasan a formar parte del “circuito de valorización”. El esquema del mismo sería el siguiente:

A nivel regional, Nodo Tau se constituye como una referencia en materia de Raee. Se trata de un emprendimiento social que cuenta con 25 años de experiencia en la gestión de equipamiento informático.

A través de la Planta de Gestión de Residuos Informáticos (ubicada en el barrio Fisherton Industrial), se emplea un proceso “ambientalmente correcto" de los Residuos Informáticos.

Las instalaciones suman 500 metros cuadrados e instrumenta tecnología autorizada por el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia de Santa Fe para el tratamiento de Raee.

Entre los servicios que ofrece el espacio, se ubica el tratamiento de estos residuos con otorgamiento de certificación oficial. A su vez, los datos confidenciales en discos rígidos son eliminados “de acuerdo con las normas internacionales vigentes”. Desde Nodo Tau se receptan cerca de 30 tipos de dispositivos electrónicos desechados para su tratamiento.