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Economía

Tecnología y tasas

Las 10 tendencias que marcarán este 2023 al sector bancario

Las 10 tendencias que marcarán este 2023 al sector bancario

Por Redacción

Un sector atravesado por los cambios tecnológicos y que recibe también en el mundo el impacto de las subas de tasas. 

Aunque el sistema financiero argentino tiene sus particularidades (por las peculiaridades de la macroeconomía local), está inserto en una industria global que atraviesa transformaciones que puede ser interesante conocer. 

La última vez que el sector bancario experimentó una fuerte subida de tipos de cambio fue en 2005, antes del lanzamiento del iPhone. En los últimos 17 años han tenido el efecto de un Big Bang, rompiendo la ecuación fundamental de la banca, las conexiones entre las ofertas relacionadas y las valoraciones y los mercados.

Según un nuevo informe de Accenture son 10 las tendencias que marcarán el accionar y devenir del sector bancario en 2023. La mayoría de estas tendencias se verán afectadas por el retorno de los tipos de interés positivos; en este sentido las cuentas de depósito volverán a alimentar al sector y los balances volverán a ser importantes. Este año no estará exento de sorpresas y revoluciones. La reactivación de los tipos de interés puede que no suponga la vuelta a la normalidad, pero sin duda será bien recibida por la mayoría de los bancos.

1) La subida de tipos de cambio cataliza la innovación de productos

La subida de los tipos de interés moverá la innovación de productos de los bancos. La innovación vendrá en forma de ofertas similares a las de Amazon Prime: un conjunto personalizado e integrado de productos y servicios, una propuesta de valor amplificada por un efecto multiplicador. Los bancos que probablemente tengan mejores resultados durante el año serán los que vuelvan a integrar sus productos en una oferta integral, impulsada por los depósitos, que genere mayores beneficios al abordar la totalidad de necesidades de cada cliente.

2) El renacimiento de la sucursal

La pandemia nos demostró que sin la interacción cara a cara, la mayoría de los bancos luchan por mantener relaciones con sus clientes estrechas y leales. La digitalización llevó a que los consumidores fueran más autosuficientes, pero al mismo tiempo erosionó la diferenciación entre cada banco, facilitó el cambio de banco y, en general, hizo que la banca fuera mucho menos personalizada, lo contrario de lo que se necesita para tener éxito hoy en día. Este año, los bancos volverán a invitar a los clientes a sus sucursales y le darán la bienvenida a casa. Y lo que es más importante, cambiarán el foco y pasarán de satisfacer necesidades específicas y de vender productos a preocuparse por el bienestar financiero general de sus clientes. Los bancos utilizarán sus sucursales para conocer mejor a sus clientes, mostrar interés y empatía, ofrecer asesoramiento y fidelizarlos.

3) El Metaverso se desmitifica

El metaverso no es nuevo, pero sigue siendo oscuro y difícil de entender para muchos. Y los bancos quieren una respuesta definitiva a la pregunta obvia: ¿cómo podemos ganar dinero con él? Si nos atenemos a las estimaciones, algunos analistas prevén que el mercado podría crecer a 8 billones de dólares en tan sólo ocho años. Por lo que la oportunidad es demasiado grande para ignorarla. El metaverso será una de las mayores tendencias de la banca en los próximos años aportándole un valor significativo. 

4) Cultura adecuada, talento adecuado

Muchos de los cambios positivos que experimentaron los empleados como resultado de la pandemia hace que se sienten incómodos con la cultura actual de los bancos. Sus estructuras rígidas y compartimentadas están chocando con empleados que quieren trabajar cada vez más en equipos fluidos y cambiantes, adquiriendo nuevas competencias y cambiando a menudo de carrera. Por eso mismo, el liderazgo y la cultura del sector bancario debe ponerse al día con las nuevas exigencias. Las empresas bancarias exitosas tendrán un plan detallado que modifique el tamaño, el costo y las cualificaciones de su personal, y unirán sus estrategias de contratación, selección, movilidad, desarrollo y retención. Se replantearán sus tradicionales jerarquías verticales y experimentarán equipos multifuncionales en los que primen las competencias. Diseñarán modelos organizativos fluidos que favorezcan el movimiento y la progresión de trabajo ágiles y una colaboración fluida entre compartimentos estancos.

5) El riesgo está en todos lados

El mundo se enfrenta a la inestabilidad geopolítica y climática, la escasez de energía y un repunte de la inflación. La globalización está cada vez menos a la moda a medida que los gobiernos se centran más en proteger los intereses nacionales. Actualmente, muchas más personas están adquiriendo experiencia de manera digital. El mundo crypto se desplomó. Con el aumento de las tasas y una recesión inminente, los analistas predicen una vez más que la morosidad se disparará y tensionará los balances de los bancos. Estos nuevos riesgos y retos obligan a los especialistas a determinar -a gran velocidad- cuál es el impacto probable que tendrá en la estrategia y las operaciones del banco. Por lo tanto, los bancos deberán adoptar un enfoque más holístico y prospectivo para determinar qué riesgos deben priorizarse, cuáles son las respuestas adecuadas y qué inversiones tiene sentido realizar en este momento.

6) La data se convierte en un producto

Hay que considerar a los datos como el oxígeno que alimenta cada acción del banco. El valor que tiene el banco y sus clientes debe recibir el mismo trato que un producto. Los datos deben tener propietarios que identifiquen y definan los casos de uso, limpien los datos y establezcan las estructuras que permitan a los diferentes equipos y sistemas de todas las partes del banco acceder a ellos. Estos propietarios de producto deben promover los datos y ayudar a la empresa a utilizarlos con la mayor eficacia posible. No estamos yendo demasiado lejos si decimos que deberían ser incentivados para ayudar al banco a cumplir con los objetivos de uso de datos.

7) Fintechs, de ser una amenaza a convertirse en facilitadores

El número y el valor de las operaciones de las fintech también han disminuido. En el tercer trimestre de 2022, las financiaciones de empresas privadas y adquisiciones en todo el mundo cayeron un 73% desde su pico en el tercer trimestre de 2021. Hay varias razones que explican este cambio de tendencia. Una de las más importantes es el aumento del costo del dinero. Los bancos exclusivamente digitales han sobrevivido hasta ahora en los márgenes de la rentabilidad, a menudo mantenidos por la inversión de capital de riesgo. Esto no solo impactó a las fintechs existentes, sino que también es probable que se reduzca el número de nuevas empresas. Y la volatilidad de este sector puede hacerlo menos atractivo para los empleados, para quienes la seguridad laboral se ha convertido en una preocupación. Aunque las fintechs pueden convertirse en una amenaza menos directa, los bancos no deben dormirse en los laureles. Las start-ups seguirán innovando, y como habilitadoras del sector permitirán a los competidores tradicionales mejorar sus ofertas. 

8) Lo verde se hace realidad: la búsqueda de un terreno común

La mayoría de los bancos han respondido positivamente a su papel en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Muchos se unieron a la Alianza Financiera de Glasgow para el Net Zero luego de la COP26 en 2021, y una encuesta reciente de Accenture reveló que casi el 60% de los principales bancos del mundo quieren convertirse en pioneros de la transición mundial hacia una economía Net Zero. El problema es que los bancos no están diseñados para asumir todo el espectro de riesgos que conlleva tal transición global. Su trabajo fundamental es utilizar los depósitos de clientes, prestando el capital que impulsa la economía. Sin embargo, la transición a una economía Net Zero es una iniciativa incierta que está llena de riesgos que normalmente se espera que los bancos eviten. Un enfoque más realista para financiar una economía verde sería mirar más allá de la banca, a una ambiciosa asociación público-privada.

9) La centralidad en la vida: del viaje a la intención

En 2023 los bancos pasarán de pensar en los recorridos de los clientes a sus intenciones. Lo llamamos centricidad de la vida, e implica que los bancos trabajarán para comprender mejor las diferentes fuerzas que conforman la vida de los clientes y ofrecer las soluciones que más se adecúen a sus contextos individuales. Los bancos que adopten este enfoque estarán bien posicionados para prosperar junto a sus clientes. La mejor defensa de los bancos frente a las bigtechs y superapps será ampliar su apertura y centrarse en sus clientes, no solo como consumidores de productos bancarios específicos, sino como seres humanos complejos y polifacéticos que hacen todo lo posible por adaptarse a circunstancias que escapan a su control. Lo llamamos el cambio de la centralidad del cliente a la centralidad en la vida.

10) Modernización del núcleo: un cambio de mentalidad

La modernización tecnológica es, por supuesto, un proceso "eterno", pero por las razones expuestas creemos que 2023 será el punto de inflexión para el inicio de la modernización del núcleo. El equilibrio entre pros y contras ha ido cambiando desde hace años; ahora es cuando alcanzaremos el punto de inflexión.

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