De fabricar máquinas para hacer pan a fabricar el pan en la fábrica

Líder en la producción de hornos y máquinas para panificación y pastelería, la empresa Argental decidió aprovechar su infraestructura para llevar adelante una acción solidaria que ya está en boca de muchos. En alianza con el Banco de Alimentos de Rosario (BAR), la firma comenzó a fabricar pan en su planta ubicada en Grandero Baigorria, con el objetivo de abastecer la gran demanda de alimentos que hay en los sectores más vulnerables de la región. El proyecto prevé elaborar 4 mil kilos durante los meses de abril y mayo, lo que equivale a unas 20 mil porciones de este producto.

“Empezamos con una primera tanda de 1200 kilos para donar en esta fase inicial. Tenemos un laboratorio y una panadería experimental en nuestras instalaciones y aprovechamos ese espacio para poder producir el pan que sale completamente elaborado y directo para ser distribuido. Encontramos esta forma de colaborar y participar ante una situación tan excepcional como la que atravesamos hoy, usando nuestro potencial para otros fines”, señaló Agustín Inza, al frente de la firma.
 

A raíz de la propagación del Covid-19 y las medias de cuarentena, el BAR tomó la tarea de centralizar y atender a un número mayor de comedores y fue tras haber asumido este desafío que se comunicó con Argental para idear una acción en conjunto. Desde hace varios años la empresa colabora en distintas tareas y no dudo un segundo en apuntalar su capacidad productiva en la elaboración de dicho alimento, proyecto al que se sumó el molino harinero Benvenuto, oriundo de Roldán, que es el encargado de suministrarles la harina.
 

Al ser proveedores de un sector esencial como es la producción de alimentos, Argental pudo mantener algunas actividades en su planta que le permiten salir a flote en un contexto donde muchas industrias encuentran a su rubro frenado por completo. Sin embargo, el titular indicó que la mayoría del personal no está yendo y que se encuentran atentos a las medidas del Gobierno Nacional en lo que respecta a la ampliación de los permisos para actividades productivas que les permitan ir aumentando su capacidad de trabajo. 
 

“Tramitamos todos los permisos correspondientes y en este momento estamos haciendo algunas actividades limitadas dirigida a clientes específicos que lo requieren para mantener activa la fabricación. Nunca dejamos de proveer repuestos y servicios a estas empresas, pero lo más destacable es que pudimos realizar ciertos movimientos de reconversión para aportes solidarios a la comunidad”, destacó Inza.
 

En total son solo dos las personas que se encargan de producir el pan en la planta. Cuando se finaliza, el BAR coordina la logística en conjunto con la Municipalidad de Rosario y las viandas se distribuyen en distintos comedores de la ciudad y en otras localidades de Santa Fe. En este sentido, el empresario destacó que la entidad se nutre de muchos otros aportantes de distintos tipos de productos que hacen posible dar respuesta a las necesidades de una gran porción de los habitantes.