"Si esto sigue así, varias industias van a tener que cerrar"

El nivel de actividad de la industria manufacturera santafesina presentó en enero pasado una nueva caída de 11,4% interanual, según se desprende del informe de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe). En diálogo con el programa radial Base de datos (lunes a viernes de 10 a 12 hs por FM Meridiano 107.1), el presidente de la entidad industrial, Javier Martín, brindó su perspectiva con respecto a la actualidad del sector y a lo que puede suceder en los próximos meses.

- Los números fabriles generan preocupación. ¿Qué panorama ven ustedes?

- El panorama es complicado, porque la industria santafesina ya viene de un 2023 muy difícil, donde terminamos con un nivel de actividad casi un 10% menor que el año anterior producto de una sequía que impactó muy fuerte en dos ámbitos. Por un lado, nos restó materia prima para muchas de nuestras actividades, y por otro lado bajó la demanda de maquinaria agrícola y otros productos. Además, el proceso inflacionario nos pegó muy fuerte a lo largo del año, sumado a las restricciones en la importación de insumos, que trajeron muchas dificultades en varias cadenas de valor. Así que el 2023 fue un año complejo. Y a esto se le sumó la devaluación fuerte y súbita del mes de diciembre, y una estampida inflacionaria de diciembre, enero y febrero, que trajeron una distorsión muy alta en los costos y un impacto en el poder adquisitivo de los salarios, que tiró abajo el poder adquisitivo de compra. Estamos notando que prácticamente todas las actividades vinculadas con el mercado interno sufrieron caídas muy rápidas en las ventas en enero, en febrero y continúan en marzo. Así que el panorama es difícil.

- ¿Ustedes prevén que va a haber alguna diferenciación? ¿Que aquellas empresas que trabajan para el mercado externo pueden llegar a andar mejor este año y aquellas que producen y fabrican para el mercado interno pueden tener más complicaciones?

- Dentro del mercado interno hay que ver los rubros. Todo lo que es petróleo, gas y minería está trabajando bien. El biodiesel se recuperó, la producción de soja se recuperó. Pero en general, más del 75% de las ramas industriales tiene niveles inferiores de actividad. La exportación va a depender del mercado al que exporte y de la evolución del tipo de cambio. Con un incremento del tipo de cambio oficial de un 2% mensual, frente a los índices de inflación que estamos teniendo, la ventaja que suponía en diciembre un tipo de cambio a $800 después de una inflación de un 25% en diciembre, un 20% en enero y un 15% en febrero, el tipo de cambio real hoy está mucho más abajo. Entonces va a depender de cómo evolucione para ver si el mercado externo sigue siendo rentable. Vemos un escenario difícil y nos preocupa sobre todo el mercado interno, porque no estamos viendo que en marzo cambie la situación, y es esperable que los incrementos en tarifas de gas y electricidad puedan resentir aún más el poder de compra de la gente. Y lo estamos viendo en que todo lo que son productos cuyo consumo se puede postergar, se están postergando. Y en los productos alimenticios estamos notando que hay un cambio en el consumo de los productos más caros por los productos de segunda marca como para intentar estirar el salario hasta donde se pueda.

- Uno vio que los problemas de abastecimiento de insumos perduraron durante el comienzo del año, pero da la impresión de que hay una nueva serie de medidas que tienen que ver con el comercio exterior, con las importaciones, que deberían ir encaminando el tema. ¿Eso se está solucionando o todavía hay gente que padece problemas de insumos?

- Todavía quedan muchas deudas pendientes. Lo que nos preocupa es que todo lo que es importación de insumos se encareció a partir del incremento del Impuesto País de un 7,5% a un 17,5% para todos los que importamos para producir nacionalmente. Nos preocupa que lo que se está abriendo la importación de bienes terminados, con 0% del Impuesto País, con una reducción en los tributos de IVA y Ganancias, y con facilidades para pagar a 30 días, mientras que los insumos que consume la industria para producir acá adentro hoy por hoy tenemos que seguir pagándolos de manera fraccionada, lo que continúa generando roces con los productores, que vienen cobrando mal las deudas por importaciones anteriores, lo cual no ayuda. En resumen, en algunos puntos se normalizó, pero existen otros donde todavía quedan deudas o saldos pendientes que se están abonando en cuotas. 

- El gobierno dice que se fueron de rosca los fabricantes, en particular aquellos que tienen que ver con el mercado de consumo, a la hora de prever un dólar alto que no se está registrando, y que se deberían retrotraer los precios. ¿Ustedes ven que la estructura de precios dentro de la industria en general está sobrevaluada? ¿Se puede hacer un ajuste en esa materia o el tema de los costos obliga a mantener los precios que cuando llegan al consumidor son altos? Si nos comparamos con otros países del mundo, estamos pagando productos que son mucho más caros que los demás. 

- Ahí tenemos una situación estructural de Argentina. Hoy incluso un bien importado, que no se ha producido acá, sale más caro acá que en otro lado. Tenemos cadenas de comercialización que son diferentes que en otros países, tenemos una logística diferente. En general, la pyme no es formadora de precios, toma precios de sus proveedores y toma precios a la hora de vender. Pero la pyme no le puede negociar de gran a igual a una gran cadena de comercialización. Entonces, en general, las pequeñas y medianas industrias no forman precios y acompañan en general la evolución de sus insumos, de sus costos, con lo cual es complicado. Nosotros pensamos que abrir la importación no es el mejor camino. Esto no es tan complejo, nos parece que hay que sentarse, estudiar, para ver cuáles son las estructuras de costos, las logísticas involucradas, y sobre todo una estructura tributaria que en Argentina es muy pesada. Hoy el componente impositivo de cualquier producto es muy alto, entonces es un tema complejo. Abrir las importaciones no es la solución, en muchos casos va a traer más inconvenientes que beneficios.

- Se habla de que la caída que estamos teniendo es una caída en V, que después rebotaría en la segunda mitad del año y se afianzaría con la recomposición de salarios que estaría llegando para fin del año. ¿Cómo ven ustedes esa posibilidad?

- Me parece que va a depender de la magnitud de la caída, porque nosotros en algunos rubros tenemos caídas de un 30% o 40% de ventas, que si se sostienen en el tiempo van a afectar la actividad de varias empresas que no van a poder continuar con la estructura actual, y que en algunos casos pueden llegar a tener que cerrar. Si esto se profundiza y se extiende en el tiempo, es muy difícil tener una recuperación en V, porque las unidades que se cierren va a costar mucho reabrirlas después. Hoy por hoy, el pronóstico es muy difícil de hacer. Creemos que es fundamental que se tome algún tipo de medidas a nivel nacional para intentar recomponer el poder de compra de la gente, porque los sueldos y jubilaciones se han visto muy afectados, y eso pega de lleno en la estructura industrial nacional, que vive del mercado interno. Si eso no se recompone en las próximas semanas o en los próximos meses, el segundo semestre nos queda muy lejos. No sé si hay mucho tiempo para esperar sin que tengamos en el medio problemas serios que terminen en suspensiones o despidos. Después, recuperarse de eso lleva mucho tiempo.