Peronismo para armar: vuelta de página y a encarrilar las tropas

La dura derrota del peronismo a nivel provincial dejó mucha tela para cortar. Una definición tardía de las candidaturas, propuestas que no lograron cautivar al electorado y una campaña que transcurrió “demasiado tranquila”, son algunos de los análisis que se desprenden desde el espacio. Pero la intención es pasar de página pronto y comenzar a trabajar en una reconstrucción del espacio de cara a las generales. Por lo pronto hubo reunión con los distintos candidatos para aunar fuerzas y redefinir la estrategia. ¿Se puede remontar?

Sólo contando los votos que sacó Maximiliano Pullaro en las primarias se obtiene un mayor caudal que el cosechado por toda la oferta electoral del peronismo. Y eso es un dato que habla por sí mismo. Pero en el análisis por frente, la elección de Unidos para Cambiar Santa Fe termina siendo arrasadora: más de 500 mil votos en su favor que, salvo una catástrofe, terminarán depositando al dirigente radical en la Casa Gris. Una diferencia tan amplia que terminó desdibujando cierta laxitud que suele pesar sobre los resultados de las Paso.

Dentro del peronismo explican la derrota por factores propios y ajenos. Es real que la crisis económica, materializada en una espiral inflacionaria que se agudiza mes a mes, tracciona en contra de los oficialismos. Las elecciones en San Juan y San Luis pueden ser un reflejo de eso y Santa Fe entra en las generales de la ley. Pero una derrota tan dura inevitablemente pasa facturas hacia dentro del espacio. 

“Me parece que nos quedamos muy tranquilos”, dice Ricardo Olivera, presidente del Partido Justicialista en Santa Fe. Desde distintas vertientes se esboza que el esfuerzo realizado para intentar lograr cierta unidad en el peronismo, no fue consecuente con el trabajo realizado en la campaña electoral. “Definimos una campaña en el marco de la unidad, tranquila, sin agresiones, y también esa situación de comodidad pudo haber hecho que nuestra gente no vaya a votar en su totalidad”, evalúa el dirigente en diálogo con Punto biz. 

Las demoras en la definición de candidatos también aparecen como un factor fundamental. La confirmación de que Marcelo Lewandowski sería el candidato del oficialismo se dio una hora antes del cierre de listas y con la intermediación de la pata “massista” en la provincia, cuando los canales de negociación estaban rotos. Para ese entonces, Pullaro ya había recorrido entera la provincia y eso se reflejaba en la mayoría de las encuestas que se iban publicando.  

No son pocas las voces críticas que apuntan a la figura del gobernador Omar Perotti. No sólo por las demoras que generó su insistencia en la postulación de Roberto Mirabella, que prácticamente estaba lanzado a la campaña, sino por quienes reclaman que ocupando el máximo rol político de la provincia, podría haber estado más involucrado en la campaña. No es llamativo que, pese a haber sido el candidato más votado en su categoría, aparezca como una de las caras de la derrota en esta elección. 

Pero apuntar con el dedo acusador tampoco es saludable. En el peronismo lo saben y la derrota se asume en equipo. Lo deja en claro el presidente del PJ: “Confiamos mucho en nuestra estrategia, no intensificamos el trabajo que había que hacer y nos quedamos sin comprometer al territorio. Hay que volver a los presidentes comunales e intendentes y eso es lo que nos estamos cuestionando como autocritica. Pero esto es responsabilidad de todos y todas, no podemos cargarlo sobre nadie en particular”. 

Ese proceso comenzó rápido. Este martes los cuatro precandidatos a la gobernación se reunieron durante largo rato en la sede del justicialismo en Santa Fe. El encuentro tuvo como objetivo redefinir la estrategia electoral de cara a septiembre y discutir una serie de propuestas, y líneas de trabajo, que se conocerán en los próximos días. “A veces esas reuniones se hacen para la foto, pero en esta oportunidad la foto fue algo secundario. Lo bueno fueron las tres horas de laburo que tuvimos con los cuatro candidatos”, reconoció Olivera. 

Tras el encuentro, Lewandowski habló con la prensa y deslizó que la campaña a las generales tendrá otra dinámica. “Tenemos una construcción colectiva; vamos a estar todos juntos empujando para el mismo lado”, expresó y agregó: “Se viene otra elección, con el aporte de las ideas y la mirada de todo el espacio”. Un rato más tarde se dio otra reunión similar con los candidatos que compitieron en la interna peronista a Diputados. Ese encuentro contó con la presencia del gobernador. 

El sacudón electoral pareciera empezar a poner algunas cosas en marcha en el peronismo. La pregunta es si alcanza para remontar la elección que parece sellada, o al menos para que la derrota no haga tambalear los cimientos del espacio. Parece muy difícil; los números dejan poco margen del cual agarrarse, más allá de que un buen porcentaje de la población no asistió a votar. 

Así todo, dice Olivera que la fe es lo último que se pierde: “Los peronistas no nos rendimos, hay hazañas en la política. Estos encuentros nos pusieron en carrera y entendimos muchas cosas donde nos equivocamos. La vamos a pelear”.