Oficialistas y mileístas tensan la cuerda para ocupar el centro del ring

Pocas veces un enero tan frenético en la política santafesina como éste. Nada que genere extrañeza: en menos de un mes deberán presentarse las candidaturas de convencionales para la reforma de la Carta Magna, pero además los elegidos para competir en las internas por 19 intendencias, más de 300 jefaturas comunales y Concejos Deliberantes de 65 localidades. Hay tal multiplicidad de cargos a disputarse, y un calendario tan apretado, que obliga a aguzar el ingenio. Hay nombres que ya están puestos, pero muchos otros que, a pocas semanas de tener que concretarse el trámite de presentación, están en veremos. 

Frente al escaso tiempo con el que se cuentan en muchos laboratorios partidarios juegan con la posibilidad de convocar a outsiders que pueden garantizar, al menos, un aceptable nivel de conocimiento en la ciudadanía. Poco importa si han tenido o no militancia, un valor cada vez más relativo para las formas de disputa de la política actual.  

Todo ese entramado forma parte de un trabajo más bien subterráneo, invisible para los ojos y el saber de la ciudadanía. En la superficie sí suceden otras cosas que permiten vislumbrar que la campaña está lanzada. 

Se planteó la semana pasada en este mismo espacio el ímpetu con el que La Libertad Avanza, la fuerza política del presidente Javier Milei, decidió embestir contra la figura del gobernador Maximiliano Pullaro, el gran elector en Santa Fe. 

Acentuado por el proceso electoral que tendrá en el plano nacional la disputa por nueve bancas en la Cámara de diputados que deberá renovar esta provincia, comienzan a exponerse algunas diferencias entre los libertarios y Unidos, la fuerza que llevó a Pullaro al poder y que puja en este 2025 por revalidar su caudal electoral en la provincia. 

La coalición que integran radicales, socialistas y el PRO publicó esta semana un comunicado de tono muy crítico contra las políticas en materia de producción del Gobierno nacional. Ese escrito habla de la falta de federalismo por parte de la gestión libertaria y pone el dedo en la llaga al comparar a LLA con el kirchnerismo. 

“Tampoco podemos dejar de advertir coincidencias en el plano estratégico entre LLA y el kirchnerismo, al distribuirse mutuamente los réditos del maniqueísmo político, la denuncia selectiva de irregularidades, el carpetazo como práctica política y el pacto de oscuridad mediante el reciente boicot a la implementación de la ficha limpia”, cuestiona. 

El texto presenta, como se ve, párrafos de una dureza extrema. Inusual en una fuerza que, con el propio Pullaro a la cabeza, ha jugado hasta aquí a hacer equilibrio en su relación con el presidente. Reclamando, pero también concediendo. 

Quizás esté comenzando a madurar la decisión de operar un cambio en esa conducta. Al menos en el año electoral. 

Pullaro tiene claro que hay una parte del electorado santafesino que lo acompañó con el voto, pero que se ve representado también por las políticas de Milei. Sin embargo, en el entorno del gobernador insisten en que es tiempo de jugar a fondo y correr riesgos. Quizás no confrontando de forma directa al presidente, pero sí a los libertarios y a algunas de sus políticas. 

“Si Maximiliano encabeza está plebiscitando su gestión. Entonces, tiene que ir a fondo para dejarle claro al electorado si eligen lo que él propone para la reforma o lo que quieren los opositores, entre los que están los libertarios santafesinos”, se entusiasman en el entorno del gobernador. 

No es lo único que les genera cierto fervor. Cerca de Pullaro creen que Milei gastará todos sus cartuchos en la elección nacional, donde necesita fortalecer el respaldo Legislativo, y no en la compulsa provincial. Ni siquiera en la que tiene a la reforma constitucional en el centro del debate. Pero, además, en Unidos creen que el sello de LLA no arrastrará lo suficiente para que Nicolás Mayoraz, el primero de los candidatos en la lista libertaria, pueda pulsear en igualdad de condiciones contra Pullaro. 

Por lo pronto, el diputado y abogado intentó esta semana ganar centimetraje y protagonismo presentándose en una audiencia judicial en la que se trató un reclamo de su espacio para que se cuestione la legalidad de la ley de necesidad de la reforma constitucional aprobada en diciembre por la Legislatura provincial. 

La forma de elegir a 19 de los convencionales a través de cada uno de los departamentos que integran el distrito, y el temario cerrado que debatirá la futura Convención Constituyente, forman parte de los cuestionamientos.  

Es un capítulo que está abierto, aunque en este caso no asoma en la Justicia una voluntad de ir en contra de lo resuelto por otro poder. Para Fiscalía de Estado el tema no merece ni una mínima discusión. Entiende que se han dado los pasos que correspondían –aprobación de la Legislatura para habilitar la reforma– y que en los próximos meses llegarán los que faltan: elección de los representantes por parte de la ciudadanía y finalmente el debate de la Convención para corregir y ampliar el texto de la Carta Magna. 

Mientras el oficialismo provincial y LLA siguen polarizando la discusión Amalia Granata comenzó a moverse para no quedar maniatada en ese juego de dos. Le envió señales a Marcelo Lewandowski para explorar un acuerdo por el que ella encabece la lista por distrito único y el periodista la que representa al departamento Rosario. 

Hubo incluso imágenes en la que los diputados provinciales Beatriz Brower y Miguel Rabbia, leales a Granata y a Lewandowski, se mostraban juntos con un mensaje que hablaba de propuestas en evaluación para fortalecer “un camino común para Santa Fe frente a la convocatoria de constituyentes”. 

Por el momento, sin embargo, el senador rechazó el convite de la ex presentadora y modelo. Lewandowski proyecta a futuro y busca mostrarse como una referencia provincial. Lo mismo que Granata. Pero, además, el senador quiere medir su poder interno dentro de un peronismo fragmentado. Si es el más votado podrá comenzar a caminar la provincia con otro ímpetu. Se verá. 

Mientras tanto, el pullarismo duda sobre los reales beneficios que podría tener la dispersión del PJ. No tienen claro que sea una buena noticia. Algunos creen que, quizás por separado, distintos candidatos puedan cosechar más votos que una lista partidaria unificada. Muchos en el peronismo creen lo mismo. Es un interrogante que, en todo caso, no estará flotando en el ambiente por mucho tiempo. La ciudadanía lo resolverá en apenas tres meses.