Mariano Cúneo Libarona dejará el gabinete luego de las elecciones

Mariano Cúneo Libarona está a punto de dejar el gabinete. El ministro de Justicia ya comunicó en la intimidad que su renuncia se formalizará después de las elecciones del domingo. Su carta está lista y solo resta el encuentro final con Javier Milei, que podría darse esa misma noche o en las primeras horas del lunes.

Será el segundo movimiento antes de la reestructuración del gabinete que el presidente planea encarar tras los comicios. La primera baja fue la del canciller Gerardo Werthein.

En su entorno confirman que el ministro venía evaluando su salida desde hace meses y que el desgaste terminó de inclinar la balanza. “Está exhausto y necesita dedicarse a su familia y a su salud”, deslizan colaboradores cercanos. Además de la fatiga, Cúneo Libarona considera que ya cumplió las metas centrales que se había propuesto al asumir.

Entre los hitos de su gestión menciona la expansión del sistema acusatorio a 14 provincias, un cambio considerado clave para acelerar causas penales complejas. Rosario fue el caso más visible, con fiscales trabajando bajo nuevos estándares procesales y logrando avances en investigaciones sensibles. La deuda pendiente está en Comodoro Py, donde la resistencia interna demoró la implementación. Antes de irse, definirá si firma una nueva prórroga para facilitar la transición.

Quién podría reemplazarlo

El nombre que suena con mayor fuerza es el del intendente marplatense Guillermo Montenegro. Exjuez federal y dirigente del PRO, podría asumir un esquema ampliado si finalmente se fusionan Justicia y Seguridad en un “súper Ministerio”.

Aunque ya decidió su salida, Cúneo Libarona continuará con su agenda esta semana. No asistirá al cierre de campaña en Rosario, pero sí estará el domingo en el búnker de La Libertad Avanza. Algunos funcionarios de su equipo permanecerán en sus cargos, entre ellos el secretario de Justicia, Sebastián Amerio, quien seguirá a cargo de las negociaciones con el peronismo en el Senado para la aprobación de pliegos pendientes.

La gestión deja, sin embargo, un punto crítico: 32% de los juzgados federales está vacante y ese número podría escalar al 50% antes de fin de año por jubilaciones próximas a concretarse. El propio ministro reconoció internamente que será necesario un acuerdo político para evitar un parálisis judicial.