Elecciones en Estados Unidos: "Hay un empate virtual"

Joe Biden se bajó de las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo en Estados Unidos el 5 de noviembre, y la figura de Kamala Harris surgió como su sucesora en el Partido Demócrata, que enfrentará a Donald Trump (del Partido Republicano). 

En diálogo con el programa radial Base de datos (lunes a viernes de 10 a 12 hs por FM Meridiano 107.1), Mariano Yakimavicius, analista de política internacional, aportó su perspectiva de esta situación política estadounidense.

- ¿Se veía venir esta decisión de Joe Biden? ¿Cuál es tu análisis?

- Era algo anunciado, pero Biden no terminaba de confirmarlo, sobre todo teniendo en cuenta que venía de ganar por paliza las elecciones dentro de su partido. Prácticamente no tuvo oposición, lo cual genera un problema sucesorio. Me parece que en los últimos días tuvo mucho efecto que Nancy Pelosi, una exlegisladora y una antigua dirigente del Partido Demócrata (PD), confrontó a Biden, con la posibilidad de perder no sólo la presidencia, sino también las dos Cámaras del Congreso, lo cual llevaría a entregarle a Trump el Gobierno con poderes omnímodos. Esto surtió un efecto y Biden decidió correr su candidatura y dar por finalizada su dilatada trayectoria política de más de 55 años. Ahora se abre la sucesión con la nominación del propio Biden de Kamala Harris como sucesora. Y aún hay que esperar, porque la convención del Partido Demócrata se va a llevar adelante entre el 19 y 22 de agosto, y no está todo dicho. En el PD, como en cualquier otro, hay divergencias internas, y la más notoria hasta el momento es que el clan Clinton y sobre todo el lobby de legisladores afrodescendientes de Estados Unidos ya apoyaron a Kamala Harris, pero no hizo lo mismo el matrimonio Obama. Hay varias cuestiones que dirimir ahí. Yo tengo tres datos que me hacen pensar que el grueso del PD paulatinamente se va a ir encolumnando detrás de la figura de Kamala Harris. El primero tiene que ver con que en general había amplia coincidencia dentro de las filas del PD en que la que mejor reflejaba el ideario del Gobierno de Biden era Kamala Harris, que ha sido leal a la función que le tocó cumplir y muy leal a la figura de Biden. Lo segundo es que uno de los adversarios internos más fuertes que puede tener, que es el Gobernador de California, ya la apoya, manifestó su apoyo en menos de 24 horas. La tercera cuestión es que en las últimas horas el PD, a manos de los pequeños aportantes, recaudó u$s47 M, que es una cifra importantísima teniendo en cuenta que hasta ahora tenía u$s100 M recaudados. Hay líneas que hacen pensar que esto tiende a ordenarse.

- ¿Cuáles son las fortalezas y las debilidades de Kamala Harris como candidata?

- Kamala Harris es una abogada de California, afrodescendiente, próxima a cumplir 60 años. Su papá era de origen jamaiquino y su mamá de origen hindú. Ambos padres fueron profesionales. Tuvo una crianza privilegiada, porque tuvo acceso a una muy buena educación, gran parte de ella en Canadá. Ella se dedicó a la vida judicial, fue fiscal de una localidad de California llamada Lameda. Luego fue fiscal de la ciudad del condado de San Francisco durante dos períodos, y otros dos períodos fue fiscal del Estado de California. No es un dato menor, porque California es el Estado más rico y poderoso de Estados Unidos. Más rico a un nivel que nosotros no podemos imaginar. Si California fuera escindida de Estados Unidos, sería el quinto Estado más rico del mundo. Y Kamala Harris tiene como capital político varias cosas. En primer lugar, puede mostrarse como heredera de la gestión Biden, una gestión que asumió el Covid y logró superarlo. A pesar de haber generado en un primer momento inflación, controló esa inflación sin caer en recesión. Estados Unidos siguió creciendo, pudo controlar la inflación. Las perspectivas para este año eran unas y los resultados fueron mejores que esas perspectivas. Y todo esto mejorando el nivel de empleo. Estos datos de la gestión Biden quedan deslucidos por los yerros de Biden, sus caídas en público, así es lo comunicacional. Pero ella puede argumentar eso. En segundo lugar, ella ha mostrado una lealtad inquebrantable. En toda la historia de los Estados Unidos no hubo un vicepresidente que tuviera que votar más veces para desempatar una elección y lo haya hecho todas las veces a favor de su Gobierno. Es quien ostenta el récord en Estados Unidos de haber dirimido situaciones como la que tuvo que dirimir hace poco en Argentina Villarruel. Lo hizo 13 veces. Por tanto, la lealtad de Kamala Harris es inquebrantable. Además, es una voz muy escuchada respecto a un debate fundamental en Estados Unidos, que es el tema del aborto. Como demócrata, está a favor de la despenalización del aborto. E independientemente de eso tiene una cuádruple virtud: es mujer, joven, afrodescendiente y asiáticodescendiente. Esto hacia adentro del votante tradicional del PD, que suele ser progresista, es un plus enorme. Ahora el tema no es convencer a los propios, sino cómo convencer a los ajenos en un momento en el que toda la campaña de Trump está organizada para hablarle a un hombre joven y conservador. Hay que ver si Kamala Harris logra sacar del sofá a un montón de mujeres y personas con una mirada más progresista de la vida. 

- Parece una candidata ideal para enfrentar a Trump.

- Claro. Hablamos de qué pasa con el PD, pero se habla poco de qué pasa con la campaña republicana. La campaña republicana estaba pensada para golpear a Biden, a cualquier medida de Biden y para tratar a Biden como un hombre anciano y torpe, y ahora tiene que recalcular. El problema es que todavía no puede hacerlo, porque ni siquiera está confirmada Kamala Harris como candidata. Y entre las cosas que suceden, es que la campaña demócrata es la que ahora le está imprimiendo adrenalina a la campaña electoral. Porque en la de Trump ya está todo dicho, ya sabemos quién va a ser el candidato a presidente, quién va a ser candidato a vicepresidente, la fórmula ya fue consagrada por la convención del Partido Republicano (PR) la semana pasada. Convenciones que tienden a ser muy aburridas, prolongadas y exageradas. Hay que ver qué pasa ahora entre el 19 y el 22 de agosto con la decisión final del PD. Hay un detalle, los convencionales no son conocidos por el público. Hay un núcleo de la izquierda más beligerante del PD que siempre lleva un candidato propio. Vamos a ver si Kamala Harris es capaz de coagular la mayor parte del voto demócrata en torno a su figura. Ese es el principal desafío.

- ¿Hay algún otro candidato que le pueda disputar el espacio a Kamala Harris?

- Hay algunos. Se está evaluando en especial qué quiere, qué busca o qué va a pedir Obama en este asunto. Ahí hay una tensión, porque Obama representa la antiestructura del PD, y los Clinton, Biden, etc, representan la estructura convencional y tradicional del PD. Están el Gobernador de Illinois, la Gobernadora de Michigan, el Gobernador de Pensilvania. Hay varios que están dando vueltas, pero si uno mira los números fríos, la mayor parte de los representantes, de los senadores, manifestaron su apoyo a la candidatura de Harris. El PD no se puede permitir una lucha fratricida interna, que termine haciéndole el caldo gordo a los republicanos, que se sienten a ver un partido ajeno y digan: "Ven que somos la única opción confiable de Gobierno". Nadie del PD quiere enfrentar eso. Todos tenían claro el riesgo de no sólo perder la presidencia, sino las dos Cámaras del Congreso. El PD, si es coherente, va a tener que adoptar rápidamente alguna posición que le permita convertirse en una opción competitiva para las elecciones de noviembre, teniendo en cuenta varias cosas. Hay algo que no se habla en Argentina, que es el tercer candidato a las elecciones, que es Robert F. Kennedy Jr, un candidato que no tiene posibilidades de ganar, pero sí de restarle votos a cualquiera de los otros dos candidatos. Y es un candidato raro porque viene del PD, pero rompió con los demócratas y con su familia, y sostiene valores de todo el espectro. Por un lado defiende la protección del ambiente, como haría un demócrata convencional, pero por el otro es antivacunas, como muchos seguidores de Trump. Hay algo muy raro ahí, y hay votantes que hay que seducir. Recordemos que en Estados Unidos la elección presidencial no es directa sino indirecta, se hace a través del colegio electoral. En ese sentido hay siete u ocho Estados, que son cambiantes y definen la elección por la cantidad de electores que aportan. 

- Con respecto al Partido Republicano, el atentado parece haber fortalecido a Trump. ¿Tiene allanado el camino a la Casa Blanca o está por verse con este golpe de timón de los demócratas?

- Yo creo que hay mucho por tallar. El dato que uno tiene a mano son las encuestas. Con todos los yerros y dificultades de Biden, con los ataques que recibe, con Trump victorioso luego del intento de asesinado, con esa foto super comunicativa, con el puño en alto, diciendo "fight", con la sangre en la cara y la bandera de Estados Unidos atrás, aún así hasta la semana pasada las diferencias oscilaban entre 3% y 6% a favor de Trump, que en cualquier sondeo de opinión es el margen de error muestral, más o menos tres puntos. Con lo cual estamos hablando de un empate virtual todavía. Por eso dijo ojo, porque hablamos de Trump, Biden, Kamala Harris. Pero Robert Kennedy Jr tiene una intención de voto de 9%, no es menor para definir una elección. No tiene la posibilidad de ser presidente, pero sí puede impedir que otro lo sea. Hay un votante que hay que decodificar bien para conquistarlo. Ahí tienen la asignatura más importante tanto Trump como Kamala Harris si es confirmada como candidata.