Son venezolanos y apuestan a un negocio para tentar a compatriotas

José Andrés Toro y Rhober Oberto son dos jóvenes emprendedores venezolanos que, radicados hace más de dos años años en Rosario, apostaron a un negocio que los conectara con sus raíces. Fue así que primero pusieron una distribuidora de productos importados -en su gran mayoría artículos típicos de Venezuela- y en poco tiempo lograron capitalizar envíos a 10 provincias del país. Después apelaron a la nostalgia y se volcaron a la elaboración artesanal un producto tradicional de su país natal: el queso estilo venezolano bajo la marca “Quesos Mérida”. Y ahora acaban de inaugurar su primer local de venta al público ubicado en pleno centro y a mediados de año tienen en carpeta la apertura de un segundo en Buenos Aires.

Con la distribuidora comenzaron vendiendo harina PAN, un artículo muy popular en Venezuela que se utiliza para realizar arepas. "Nos pusimos en contacto con un importador y empezamos a venderlo", contó Toro a Punto Biz. A partir de ahí, ingresaron a la incubadora de empresas de la Facultad de Ciencias Económicas en donde quedaron seleccionados dentro de los cinco mejores emprendimientos.

En cuanto a la producción de queso elaborado con receta propia, trajeron a un maestro quesero de Venezuela. Cuentan con tres variedades y además sumaron una crema de leche. Tras realizar un plan de negocios lograron mejorar su rendimiento y su sabor para poder competir con grandes marcas. “Queremos insertar nuestro producto en la dieta argentina. Que más allá de ser consumido por venezolanos y en platos típicos se dé ese intercambio gastronómico cultural”, destacó Toro.

Wuandú es el nombre del local que desembarcó en diciembre en San Martín 843. “Tenemos harinas, bebidas, lácteos, congelados. Todo viene desde Venezuela, Estados Unidos, Colombia, Puerto Rico e Italia. Además contamos con otras opciones elaboradas por emprendedores venezolanos que residen en la ciudad, como dulces o tequeños con el fin de darle visibilidad a los pequeños productores”, explicó el empresario. Además agregó que la ubicación del local se debe a que el nicho que consume esos productos se encuentra en las zona del centro, por lo que resulta sumamente accesible.

“Vimos que había una necesidad de consumir productos venezolanos que se ampliaba. Fuimos un paso a la vez pero firme. Antes trabajabamos en relación de dependencia de forma paralela al emprendimiento y hoy nos dedicamos 100% al mismo”, explicó Toro.