Casanovas promete regularizar el pago de su deuda a los inversores defaulteados

La agencia de Bolsa de Daniel Casanova (CGV), que entró en default en agosto pasado, atribuyó a los feriados bancarios que se dieron entre las Fiestas de Fin de Año al atraso en el pago de los arreglos que había llevado adelante con la mitad de sus acreedores.

Que se haya discontinuado la devolución de los fondos alteró los nervios de no pocos de los ahorristas que quedaron enganchados en la caída del grupo, algunos de los cuáles piensan en dar por caídos los convenios de pagos y recurrir a la Justicia porque desconfían que el empresario normalice o finalice los pagos acordados. Y le perdieron la confianza porque dicen que las comunicaciones de lo que estaba ocurriendo no fueron claras y que en la últimas semanas los interlocutores usuales dejaron de atenderle.

Sin embargo, este medio pudo saber de fuentes vinculadas a las negociaciones que esta semana que arranca sería clave para volver a enderezar los pagos a través de los cuales Casanovas había encontrado una salida para empezar a arreglar sus deudas, sobre todo con los ahorristas más chicos.

En total son unos 130 comitentes los que CGV tiene en la columna del debe, de los cuales con la mitad había logrado firmar convenios de pagos . En tanto, la intención es continuar por esa senda y se sigue negociando con la parte que aún no arregló. 

El default del grupo de empresas de Casanovas orilla los $1.000M. Unos $450M corresponden a la cesación de pagos de su acopio (Cereales del Sur), que ya está en concurso de acreedores. El resto del rojo proviene de sus negocios financieros, tanto los bursátiles como los extra bursátiles. En ese lote de deuda, hay acreedores con los que llegó a un entendimiento, otros con los que todavía está negociando, algunos grandes y pesados a los que les devolvió todo y unos $130M en cheques de pagos diferido en el Mercado Argentino de Valores (MAV) con los que está negociando una fórmula especial.