Sucesión familiar se empantanó y terminaron allanando metalúrgica rosarina

La histórica empresa metalúrgica Nilso Torre SA, especializada en la fabricación de maquinaria para la industria aceitera, atraviesa un fuerte conflicto familiar que ya se dirime en los Tribunales. En el marco de la sucesión de Eduardo Fabián Torre, uno de los fundadores, su hija María Sol Torre denuncia en el fuero civil y comercial haber sido desplazada de manera irregular de la participación accionaria que le corresponde como heredera y logró este jueves un importante respaldo judicial.

El juez de la 4ª Nominación en lo Civil y Comercial de Rosario, Nicolás Villanueva, ordenó un procedimiento de aseguramiento de pruebas que derivó en el secuestro de documentación tanto en la sede de la empresa, ubicada en calle Benítez 3050, como en el estudio contable responsable de los registros de la sociedad. La medida incluyó el resguardo de balances, libros societarios y soportes digitales, e incluso la copia de discos rígidos para preservar correos electrónicos y archivos vinculados a la gestión de la firma

El planteo fue promovido por la defensa de María Sol Torre, quien de acuerdo a información que consta en el expediente sucesorio y a la que accedió Punto biz, en 2020 fue designada por el mismo tribunal como administradora definitiva de la sucesión de su padre. Ese cargo la obliga a preservar el acervo hereditario, dentro del cual se encuentran las 20.000 acciones (equivalentes a un tercio del capital) que su padre poseía en la compañía. Sin embargo, según denunció, su tío Nilso Aníbal Torre y su hermano Ramiro Torre, actuales directores de la sociedad, la han dejado al margen de la información y de las decisiones de la compañía.

En su presentación judicial en el marco del trámite sucesorio, María Sol Torre detalló una larga serie de pedidos de balances, libros y estados contables que fueron presuntamente desoídos, así como negativas reiteradas a rendir cuentas sobre alquileres percibidos, utilidades no distribuidas y retiros de fondos de gran magnitud. Incluso relató que en octubre de 2024 se habrían producido movimientos por varios millones de pesos a favor de miembros de la familia, sin registro alguno de aprobación en asamblea.

El aseguramiento de pruebas se dictó bajo la modalidad “inaudita parte”, es decir, sin notificar previamente a los demandados, para evitar el riesgo de que la documentación pudiera ser destruida o alterada. En el operativo intervinieron oficiales de justicia y un perito informático que tuvo la tarea de resguardar los sistemas digitales de la empresa. Todo el material quedó bajo custodia del juzgado para ser posteriormente analizado en el marco del proceso.

La defensa de María Sol Torre en manos de los abogados Lisandro Fontán Manuello y Brenda Barinaga insistió en que era indispensable cautelar la prueba debido a que los familiares de la presunta damnificada involucrada en el día a día de la empresa metalúrgica venían negando información esencial al proceso de sucesión. Quienes objetaron el proceso sucesorio insisten en que el material asegurado servirá no solo para fortalecer las acciones civiles y comerciales en curso, sino también para activar una demanda penal contra los directores de la compañía.