La paralización de un acopio desnuda una fuerte disputa familiar

El acampe que bloquea media calzada de la Ruta Provincial 92 en Arteaga es la muestra más gráfica de un conflicto que mantiene paralizado un acopio de granos y que expone un culebrón de peso en el seno de una familia muy tradicional de la localidad. Hace ya 60 días que está sin actividad la planta de silos de Agro Ganadera Vidoret, que en rigor nunca podría haber funcionado por la falta de la habilitación medioambiental del Gobierno de Santa Fe. Los titulares de la firma apuntan al empresario Roberto Vignati, sobrino de uno de los titulares de la firma agropecuaria que tiene su casa en la misma manzana que el establecimiento que no consigue la factibilidad.

Lo que plantean los accionistas de Agro Ganadera Vidoret es que recién este mes funcionarios del Ministerio de Medio Ambiente de Santa Fe se acercaron al predio para hacer las evaluaciones técnicas que demoraron años. “Acá hay un trasfondo político que radica en la influencias de Vignati en el Poder Ejecutivo de Santa Fe ya que un trámite que debería salir en cuestión de meses lleva una demora de casi 4 años”, indicó Martín Vidoret, hijo de Marcelo Vidoret, uno de los socios de la firma, en contacto con Punto biz.

Desde la compañía aseguran que tienen todo en regla y que el encono de Vignati con el directorio de la firma se traduce en presión al gobierno provincial para que demoren la habilitación. En el medio pesa una clausura establecida por un juez de Villa Constitución después de que se descubriera el vertido de efluentes contaminantes en perjuicio de las ocho poblaciones cercanas al río Carcarañá y al propio curso de agua.

Trasfondo familiar

Pero lo que hoy se traduce en una inversión millonaria en dólares que no puede producir esconde un culebrón familiar digno de ser contado. En la escena por un lado está Roberto Vignati, una figura que está prácticamente aislada del resto de su familia, incluido su hermano Julián, hoy presidente comunal de Arteaga.

“La guerra comenzó en 2015 cuando Vignati se hizo cargo en soledad de la empresa que había fundado su abuelo: Antonio Buccella. El hacedor de la firma metalúrgica Talleres Marisa SA falleció ese año y Vignati se quedó con toda la compañía dedicada a la fabricación de silos, pasando por alto a mis tíos y primos”, menciona Martín Vidoret, a la hora de referenciar dónde comenzó la guerra.

Para seguir con la historia es necesario aclarar que Vignati es sobrino de Eduardo Vidoret el otro socio de Agro Ganadera Vidoret. Así, en la sucesión de Talleres Marisa, Vignati terminó dilapidando la relación familiar que derivó en que a la hora de levantar los silos, su tío decidiera evitar contratar a la compañía del sobrino. “En pleno conflicto decidimos encargar el diseño del acopio a la competencia de Marisa y eso enfureció a Vignati”, indicó Martín, intentando reconstruir el origen de la disputa.

El conflicto se trasladó a un triángulo delimitado por la Ruta 92 y otras dos calles laterales en las afueras de Arteaga. Es que los Vidoret adquirieron en 2002 una parcela en un predio donde en 2015 Vignati construyó su residencia. “En 2017 Empezamos la obra del acopio y una planta de balanceado que decidimos anexar a nuestras oficinas, una vez terminado el acopio en 2018 empezaron los problemas para la habilitación. La realidad es que un trámite de impacto ambiental que debería tener un dictamen en tres o cuatro meses se demoró una eternidad. En el medio, con la anuencia de la comuna de Arteaga y del sindicato que nuclea al personal, empezamos a producir”, mencionó Martín Vidoret.

Fue a partir de allí que la disputa pasó al terreno judicial. Tanto en el fuero civil y comercial como en el penal, Roberto Vignati accionó para evitar que el acopio de los Vidoret funcionara en la misma manzana, denunciando un perjuicio sobre su vivienda. La planta de silos debió dejar de operar y bajo esa condición está hace más de 60 días.

“Lo curioso del asunto es que al lado de nuestro acopio funciona otra planta de silos que está casi a la misma distancia que la nuestra en línea recta de la casa de Vignatti y ese establecimiento opera sin ningún tipo de objeción. Eso significa que Vignatti busca a como dé lugar perjudicarnos”, denunció el hijo de Marcelo Vidoret.

En el mientras tanto, los 30 trabajadores afectados al funcionamiento de los silos reciben su sueldo aunque están sin trabajar y para visibilizar la problemática armaron una protesta sobre la ruta. El holding Vidoret además de la producción de balanceado y el servicio de acopio controla operaciones de cría de ganado porcino y bovino, además de brindar servicios agropecuarios.

Además de gerenciar la firma Marisa, Vignati opera varios negocios vinculados al agro y a partir de 2013 incursionó también en medios de comunicación. Es el propietario del Grupo Plus que en Rosario controla el portal Rosario Plus y FM Sí 89.9. El holding además controla medios en Casilda y Santa Fe capital.

Novedades judiciales

Con la planta sin operar, hubo una audiencia de cese de estado antijurídico por parte de Vignati y el juez actuante resolvió una cautelar que estaba atada a lo que sucediera en un amparo en la justicia de distrito y en el Ministerio de Medio Ambiente (el trámite de aprobación de la empresa). Pero Vignati quería extenderlo a otra empresa de los Vidoret - Vidoret Servicios Agropecuarios sobre la que no había ningún planteo- y entonces apeló. La audiencia de Cámara fue el viernes pasado y se aguarda una resolución del juez de alzada de Rosario, Javier Beltramone.

En el interín, Medio ambiente hizo tres inspecciones sorpresa a todas las empresas de los Vidoret y dichos relevamientos no expusieron irregularidades.

Desde la defensa legal de los Vidoret insisten en remarcar que no existe ninguna causa por temas medioambientales. La única causa penal es una por desobediencia ya que Vignati alega que mientras se sustanciaba la habilitación ante el Ministerio de Medio Ambiente, la planta seguía funcionando. LA estrategia de Vignati incluye una supuesta pericia que, de acuerdo a los abogados de los Vidoret, hicieron sin control de la empresa señalada, sacando agua de una zanja en una botella luego de haber lavado un camión. Desde la compañía clausurada insisten en que las inspecciones que hizo la cartera de Medio Ambiente "dieron todas bien".