Son rosarinos y crearon un snack para cuidarse sin renunciar al sabor

Tres estudiantes de biotecnología dieron vida a Ekilibra, una startup pensada para que disfrutar de un snack no signifique preocuparse por la salud. Su primer producto, una barrita de cereal diseñada para regular la glucemia, todavía está en fase de prototipo y ya se llevó el primer puesto en un concurso interprovincial de emprendedores. 

El equipo está conformado por los rosarinos Francisco Cappone y Martina Gualco, y Paulina Alonso, oriunda de Wheelwright. La motivación para desarrollar el proyecto fue doble: por un lado, las ganas de participar en un concurso aplicando sus conocimientos; por otro, la necesidad personal. "Surge porque yo soy diabético tipo uno, entonces con las chicas teníamos esta situación en el día a día y vimos una necesidad”, explicó Cappone en diálogo con Punto biz.

Los estudiantes aplicaron un protocolo experimental y afirmaron: “Al consumir la barrita de Ekilibra antes de ingerir carbohidratos, se reduce el pico de glucemia en sangre”. Tras tres pruebas realizadas en personas con distintos niveles de diabetes, los resultados fueron positivos en todos los casos.

Luego de alzarse con el primer puesto en el concurso, se encuentran en la etapa de mejoramiento de producto, con el objetivo de realizar pruebas profesionales y entender cómo es la mejor forma de continuar con el proyecto. “Por el momento el prototipo es dulce, pero queremos que también haya opciones saladas, poder comercializar en formato granola y conseguir el sello de producto sin TACC”, adelantó Alonso. 

El equipo tiene un largo camino por delante, ya que también deben encontrar la forma de producir a gran escala y pensar un marketing que llegue al nicho al que apuntan. Con todos los equipos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) puestos a su disposición, los jóvenes estudiantes trabajan enfocados en lograr una salida al mercado en los próximos meses.

Su primer objetivo es lanzar las ventas online para que los productos de Ekilibra estén disponibles en todo el país y que cualquier persona que los necesite pueda acceder a ellos. “Estudiar y emprender es una experiencia increíble porque te permite ver las cosas desde otra perspectiva, más allá de lo académico”, coincidieron los jóvenes, que tras cuatro años de estudio formal comienzan a incursionar en el mundo del emprendedurismo.