Son de Rosario, abrieron un café en Miami y ya van por el tercer local

“Dicen que el fracaso más grande es no haberlo intentado”, señaló Paula Gerez, la rosarina que hace 7 años decidió asociarse con su hermana, Josefina Gerez, para instalar su primera cafetería en Miami: Coffee Break. El intento superó las expectativas porque la fórmula bien argentina -y rosarina- funcionó muy bien entre el público latino, y en pocas semanas las hermanas cortarán cintas de su tercer local, emplazado sobre Biscayne Boulevard.   

La marca que hoy ya se perfila como una cadena de tres sucursales arrancó en 2016 con el primer local, ubicado en Bay Harbor Islands. Ya consolidado el primer café, en abril de 2023 se la jugaron con un segundo local "al paso", enclavado en un patio de comidas de Brickell, una zona de Miami en auge (es el área financiera de la ciudad, que se fue poblando de residencias y movida gastronómica, al punto que le llaman "la Manhattan" de Miami).

Ahora, las hermanas preparan la apertura del tercer local, cuyo diseño está a cargo de otros rosarinos for export: el equipo de ADC Arquitectos. El nuevo espacio tendrá una fachada antigua, ya que las casas de antaño son una particularidad del barrio. "Quisimos diferenciar la estética de la nueva sucursal, aprovechando las características especiales de la propiedad. La pensamos como una mítica casa de cuentos", adelantó Gerez. 

Un bar bien argento

Algo que distingue a Coffee Break es la impronta bien argentina. Entre sus comidas ofrecen la merienda típica de nuestro país, con medialunas, croissant, alfajores y tortas como la pastafrola y el rogel. También sirven tartas y empanadas, y sobresale la atención personalizada del lugar, con la calidez argentina que nos caracteriza.

"Es una prioridad para nosotros conectar con los clientes, que decidan volver cuando quieran y que se sientan cómodos", contó Paula. La idea del bar es captar no solo a los argentinos, si no a cualquier tipo de público, aunque admiten que la mayoría son latinos. "Tenemos un concepto argentino. A la vez, vamos incluyendo a la carta lo que nos piden los clientes", sostuvo la emprendedora.

Josefina Gerez se radicó en Miami en 2002 y abrió un jardín de infantes, que continúa en funcionamiento. Paula llegó en 2015 y trabajó como empleada en una cadena argentina de restaurantes. En 2016, ambas emprendieron Coffee Break. Comenzaron en una cocina pequeña, cocinaban y atendían juntas. Hoy cuentan con 16 empleados y una identidad sólida.

Mientras esperan a la apertura del próximo café, no paran de proyectar. Entre sus deseos, visualizan un foodtruck e incursionar en servicios de catering.