Securitización de créditos: la llave para destrabar proyectos inmobiliarios

El mercado inmobiliario argentino, como muchos otros sectores, enfrenta desafíos en cuanto al acceso al financiamiento. Sin embargo, una herramienta financiera poco explorada en nuestro país podría ser la solución: la securitización de hipotecas. Esta práctica, común en otros países, consiste en transformar un conjunto de créditos hipotecarios en valores negociables, lo que permite a las entidades financieras obtener liquidez y seguir otorgando nuevos préstamos.

De forma simplificada, la securitización implica la creación de un vehículo financiero (un fideicomiso) al que se transfieren los créditos hipotecarios. Este vehículo emite títulos respaldados por los flujos de caja generados por esos créditos. Estos títulos son luego vendidos a inversores en el mercado de capitales. “El fideicomiso financiero se crea con la idea de apuntalar un mercado hipotecario, que nunca despegó en los 90. Hoy están dadas las condiciones para que si este mercado se genera, sea una alternativa genuina de financiamiento para los bancos y para los desarrolladores. Es una herramienta que está disponible y que resulta viable para hacer crecer el crédito hipotecario”, dijo a Punto biz Lucas Jakimowicz, Gerente General de Rosfid.

Beneficios para el sector inmobiliario

- Mayor acceso al financiamiento: Al transformar los créditos hipotecarios en activos líquidos, los bancos pueden obtener los fondos necesarios para otorgar nuevos préstamos y así impulsar el desarrollo de nuevos proyectos inmobiliarios.

- Estabilización de los flujos de caja: La securitización permite a las entidades financieras diversificar sus fuentes de financiamiento y reducir su exposición a riesgos específicos.

- Desarrollo del mercado de capitales: Fomenta el desarrollo del mercado de capitales local, al ofrecer nuevos instrumentos de inversión.

El caso argentino: oportunidades y desafíos

Si bien la securitización presenta un gran potencial para el mercado inmobiliario argentino, existen desafíos que deben ser superados “Es necesario contar con un mercado hipotecario más desarrollado y con un mayor volumen de créditos para que la securitización sea viable. Se requiere un marco regulatorio claro y estable que brinde seguridad jurídica a los inversores”, describió Jakimowicz.

Y precisamente para atraer a los inversores “es fundamental generar confianza en el sistema y en la calidad de los activos subyacentes”. “Con esta alternativa lo que hacés es trasladar la deuda a un vehículo que es el fideicomiso financiero y el que está contrayendo la deuda contra mercado, es el fideicomiso. Entonces, es la única herramienta o la más virtuosa, de las posibilidades de financiamiento tradicionales y para este tipo de segmento, como el de los desarrollos inmobiliarios es la ideal. Funciona en todos los países del mundo y fue creada para eso. Lo que pasa es que acá en Argentina no tenemos crédito de largo plazo, o sea, no existe crédito de largo plazo para ningún segmento de la economía”, opinó el experto.