Se vende tradicional bar rosarino con casi 40 años de historia

Aunque permanece abierto en horario reducido, el tradicional bar cultural rosarino La Muestra tiene cartel de venta. Lejos de sus décadas de esplendor, cuando supo ser una referencia dentro del circuito del teatro independiente, el bar ubicado en la esquina de San Luis y Juan Manuel de Rosas, está desde hace años en terapia intensiva. Agobiado por la crisis económica, y -según afirman sus dueños- las reiteradas inspecciones municipales que impiden el normal desarrollo de la actividad cultural en bares, La Muestra busca interesado en reflotar el negocio.

“Desde 2012 que estoy en la gestión a cargo como dueño del bar después de vivir casi siete años en España. Por supuesto conocía cómo era el estilo que tenía, de un bar cultural, así que con esa idea lo compré, apuntando a explotar los viernes y sábados con actividades artísticas”, recordó Luciano Summa, sobre los comienzos al frente de La Muestra. Sin embargo, tras la pandemia el movimiento del bar nunca volvió a ser el mismo y la actividad comenzó a declinar hasta el día del hoy en que trabaja en un horario de 7 a 16 hs.

“Trabajamos de manera súper reducida, y ya no abrimos más a la noche, que era el sello distintivo del bar”, apuntó el emprendedor. El de La Muestra es un caso más que suma al ocaso de otros establecimientos culturales que dejaron de existir como Berlín Café, Olimpo, La Chamuyera, El Espiral o Luna. Pero Summa no apunta sólo a la crisis económica como motivo de su voluntad de salirse del negocio sino fundamentalmente a las reiteradas sanciones por parte de las autoridades municipales, al no tener una ordenanza que reconozca por completo la actividad y los distinga de la regulación vigente para bares y boliches.

“Es muy difícil desarrollar una actividad cultural nocturna cuando tenés a a la Municipalidad detrás pisándote los talones. Jamás tuve un problema con los vecinos, porque mi prioridad siempre fue respetar el barrio y hacíamos el horario hasta las 12 y media, teniendo la posibilidad de tendernos hasta las 2 de la madrugada. Por eso, es un problema estar siempre pendiente de que venga la Municipalidad con sus inspecciones que muchas veces no tenían sentido. Me cansé”, aseguró Summa.

Desde hace algunas semanas, el bar -que es histórico de Rosario con casi 40 años de trayectoria- ofrece a la venta su fondo de comercio en portales inmobiliarios. Se trata de un inmueble de 110 m2, con capacidad para 60 personas y amplia clientela los días laborales, ya que se encuentra en zona de oficinas. "Al bar no le va mal, de hecho trabaja bien con los desayunos y almuerzos porque viene mucho personal de oficinas y del Concejo que está cerca, pero yo ya estoy agotado de seguir remándola", afirmó el emprendedor.