Se demora su venta y tradicional hotel terminó en Tribunales

La firma Hotel Viena SRL, sociedad controlante del mítico alojamiento de Ovidio Lagos al 500, entró sobre el filo de la feria judicial en concurso preventivo de acreedores. El caso tiene particularidades ya que el inmueble donde funcionó el establecimiento está a la venta y quienes están a cargo de ofrecerlo en el mercado inmobiliario no consiguen cerrar una operación.

Punto biz se había hecho eco de la venta en noviembre de 2023 y a poco más de un año de colgar el cartel inmobiliario, quienes están a cargo de la SRL que supo explotar comercialmente el hotel pidieron un SOS en el fuero civil y comercial de Rosario. El histórico hotel fue regenteado por tres generaciones de la familia Orazi, la misma familia que decidió intentar venderlo.

Si bien la difusión de la apertura concursal toma estado público ahora, lo cierto es que fue el 19 de noviembre de 2024 que la jueza de primera instancia en lo Civil y Comercial de la 17° Nominación de Rosario, Silvia Beduino, determinó la habilitación de la convocatoria de las sociedad que se inscribió formalmente en el Registro Público en febrero del año 1992. A cargo de la sindicatura quedó la contadora María Belén de Marco y el periodo para verificar créditos está activo hasta el próximo 6 de marzo.

Desde una de las inmobiliarias que tienen en carpeta conseguirle comprador al edificio confirmaron a Punto biz que “todavía no se cerró ninguna negociación” por el hotel y dicho factor habría sido decisivo para que Hotel Viena SRL decidiera entrar en concurso con miras a ganar tiempo y refinanciar deudas a la espera de la operación inmobiliaria.

Fue el Covid 19 el que se cobró la continuidad comercial del establecimiento. Tres generaciones llevaron las riendas del hotel durante más de 70 años, sin embargo, en 2020 debido a la cuarentena estricta por la pandemia, el edificio cerró sus puertas y pese a algunos intentos, nunca más volvió a abrir.

A noviembre de 2023 el complejo estaba en franco deterioro y se ofrecía como una “inversión prometedora”. Es que quien se haga cargo del hotel deberá poner manos a la obra para refaccionar el edificio. Cuenta con un hall de recepción, bar, salón desayunador y oficina privada, todo ello ubicado en planta baja. Con un estilo de arquitectura neoyorquino, el viejo Hotel Viena tiene un total de 42 habitaciones distribuidas en tres pisos, terraza accesible y un ascensor. Todo sobre una superficie cubierta de 1.420 m2.

La ubicación estratégica del hotel, fue clave para que una familia rosarina -que venía de administrar con éxito un tradicional bar del centro de la ciudad- decidiera tomar a su cargo el emprendimiento que estaba a medio construir y hacerlo crecer. “Era el lugar perfecto, ya que iba a quedar todo a mano. El edificio estaría emplazado sobre una avenida que tenía un gran futuro, como Ovidio Lagos, a ocho cuadras de la estación de trenes, y a la misma distancia de la terminal de ómnibus”, rememoró oportunamente en diálogo con Punto biz uno de los nietos del fundador del antiguo hotel Viena. 

El hotel Viena se hizo conocido en los medios nacionales cuando años atrás, con la irrupción del coronavirus y la cuarentena estricta, un huésped de origen peruano debió cumplir aislamiento en sus instalaciones. Llegó a la Argentina el 17 febrero, cuando la ciudad china de Wuhan ya había aislado a todos sus habitantes por la proliferación del coronavirus pero todavía nadie imaginaba que se iba a desatar una pandemia con decenas de miles de muertos en todo el mundo.

Así fue que a Carlos, un ciudadano peruano de 75 años, la cuarentena total lo encontró de vacaciones en un hotel de Rosario. Si bien estaba al tanto de que el virus había traspasado las fronteras del país asiático, y se conocían los primeros casos positivos en el norte Italia, él decidió seguir adelante con el viaje. Ni siquiera lo hizo dudar el llamado del dueño del Hotel Viena, donde tenía hecha la reserva, quien le advirtió que la situación podría llegar a complicarse durante su estadía.

Como ya tenía comprados los tickets de avión, con fecha de regreso para el 5 de mayo, mantuvo sus planes. “Me dijo que él creía que no iba a ser para tanto. Mi miedo era que se le complicara la vuelta, pero él insistía en que todo este tema no iba a durar mucho”, dijo el propietario del hotel al recordar el episodio.