Recomendaban vinos por redes, se lo tomaron en serio y fueron por el local

En la casona de San Lorenzo 2134, a metros del bulevar Oroño, cortó cintas Vinotenca. Detrás de este proyecto que combina gusto y profesión están Franco Tenca y Agustina Faiola, pareja que descubrió su amor por el vino en un viaje al norte. Al regresar a Rosario, Franco empezó a estudiar sommelier y decidió unir su pasión con la de Agustina, que es estudiante de arquitectura y aficionada por la música, para montar un local propio. 

Todo arrancó en 2022 cuando Franco compartía recomendaciones de vinos en Instagram. Para julio de 2023 hicieron la primera edición presencial de “Vino y Vinilo” en colaboración con el padre de Agustina, el “Droopy” Faiola, productor musical y legendario DJ de Space. La fusión se dio porque Droopy empezó a pasar música con vinilos y quisieron retomar esa modalidad para disfrutar en un ambiente descontracturado y acompañado de vino. La primera vez convocaron a unos 20 personas, pero los eventos fueron creciendo y en su última edición participaron más de 150. 

“Les encantaban los vinos y nos preguntaban '¿dónde los encuentro?'”, comentó la pareja a Punto biz. Este interrogante fue clave para definirse por la apertura de una vinoteca. La posibilidad la contemplaban como un chiste de pareja, pero poco después materializaron ese sueño. 

Gracias a los conocimientos de Agustina en diseño pudieron crear un espacio ameno y cómodo, pensando en una experiencia cálida para curiosear vinos y libros, así como también para sentarse a tomar una copa. La oferta que tienen es variada e incluye vinos, cervezas, aperitivos y bebidas blancas. Apuntan a un público amplio, con productos y recomendaciones para quienes recién incursionan en este mundo o bien para los especialistas que buscan algo más gourmet o de gama alta.

Trabajan con etiquetas como Finca Magnola, Piedra Negra, Gavchezco, Finca las Nubes (fue donde hicieron esa cata en el norte), Vinecol y Los Helechos. "Tenemos etiquetas premium y también algunas de precios más bajos para los que recién empiezan en el mundo del vino o para jóvenes que buscan algo para tomar con amigos", sostuvieron. 

Dentro de dos semanas abrirá en la habitación de al lado NC Pastelería, espacio con el que compartirán el patio para brindar una experiencia “sunset”. La propuesta apunta que a la tardecita, cuando baja el sol y termina la jornada laboral, las personas puedan acercarse al patio de la casona a disfrutar de unas copas de vino y cosas dulces. Esto abre la posibilidad a que quienes estén interesados en comprar un vino de gama alta puedan probarlo antes en copas para tomar una decisión. Según apuntó Agustina, esta propuesta recién comienza a verse en Buenos Aires y ellos la reprodujeron en Rosario.

Además, brindan servicios de catas en eventos privados, como pueden ser cumpleaños. Los encuentros son didácticos y más descontracturados, incluyendo degustaciones a ciegas. “No quería ser un sommelier tradicional, quiero interactuar con la gente”, refirió Franco, quien lleva adelante la propuesta en función de lo que pida el cliente y de ello dependerá el precio del servicio.