Reactivan histórico molino que fabricaba marca de fideos que fue furor

El Molino Brüning se fundó hace 130 años y a su alrededor creció la ciudad de San Jorge. Tuvo su época de esplendor en los entre los '80 y los '90 cuando fabricaban los fideos Buitoni, la marca que patrocinó la camiseta del Napoli de Maradona, pero en 2016 bajó la persiana por problemas económicos. Después de casi diez años de inactividad, dos sociedades de la zona se unieron para reactivarlo y ahora suman una línea premium. 

La Clementina y José Di Tondo e Hijos alquilaron el molino histórico con el objetivo de ponerlo en lo alto. Hace un año comenzaron a trabajar a puertas cerradas e invirtieron en personal capacitado para reactivar los equipos. En septiembre hicieron la inauguración oficial, y desde entonces lograron poner en marcha tres máquinas que permiten producir hasta 90 toneladas de fideos por día. 

En poco tiempo, van a prender una máquina más que produce 3.000 kilos de fideos por hora para poder stockearse para el invierno y ganar mercado durante la temporada fría. Pensando en esa estrategia, en febrero lograron activar la molienda de maíz para sumar la polenta como producto de Brüning. “El objetivo es llevar todo a la mayor capacidad posible, hacer que Molino Brüning sea grande otra vez”, declaró a Punto biz Tomás Di Tondo, socio del molino. 

Actualmente producen dos líneas propias que heredaron de la anterior gestión: Don Guido e Invicta, a la vez que fabrican para otras marcas. A su vez, este mes de mayo lanzarán “Invicta al huevo", la marca premium del molino, aunque están en tratativas de que esto cambie y Brüning sume una tercera marca que oficie de premium dentro de toda su producción.

Ya lograron llegar a las góndolas de varias provincias, aprovechando la guía de antiguos clientes. Instalados en Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Chaco y Formosa, la empresa busca abrirse camino en Misiones, Salta, Jujuy y Santiago del Estero. Sobre la misión de expandirse por la zona noroeste, el socio explicó: “En toda esa parte no tenemos vendedor, estamos vendiendo directo de acá. La idea es consolidarnos para hacer más ágil el negocio”. 

Los planes para el molino son muchos, y vienen acompañados de una reactivación económica en la zona. Cuando reabrieron eran 15 personas trabajando, en pocos meses ya son 130 y siguen con entrevistas para incorporar más personal.

Motivados por la nostalgia

Molino Brüinng fue la primera empresa de San Jorge, se fundó cuando eran solo 25 habitantes y la ciudad comenzó a crecer a su alrededor. “Era una lástima ver ese espacio cerrado, nadie quería el molino abandonado, así que nos propusimos alquilarlo y tratar de que funcione como en su mejor época”, narró Di Tondo sobre la decisión de reactivar la planta.

Resulta que la nostalgia motivó a toda la zona y logró acolchonar el número de inversión. Como en los '90 habían sido socios de Buitoni, tuvieron como requisito actualizar las máquinas que siguen vigentes hasta hoy, por lo que solo tuvieron que invertir en personal especializado que las vuelva a poner en funcionamiento y en una máquina de envasados italiana que está por llegar. 

A su vez, el comienzo de la producción fue posible porque muchos productores agropecuarios confiaron y les dejaron el trigo sin ponerle precio. “Hubo días que recibimos cien camiones, entonces ver eso generó confianza y nos dejaron su trigo sin cobrarlo, recién ahora estamos pagando lo que recibimos en noviembre”. La misión de volver a producir a toda capacidad se vuelve más fácil cuando toda una ciudad tira hacia la misma dirección.