Rapidez y adaptabilidad en los proyectos de construcción

La construcción metálica es una tendencia en el diseño arquitectónico que llegó para quedarse. El acero pasó de ser un material oculto entre el concreto a ser protagonista en la construcción de galpones, estadios, hoteles, edificios, centros comerciales y terminales de aeropuertos, entre otras grandes obras. Las estructuras metálicas se convirtieron en una opción preferida para proyectos que requieren rapidez en la construcción y adaptabilidad en el diseño. Desde Rosario la firma Galea SRL salió a expandir este segmento en el mundo de la construcción y hoy se consolida en el mercado como centro de servicios para productos metalúrgicos, en particular los perfiles W Y H utilizados en la construcción metálica.

Galea SRL es un proyecto familiar que nació como respuesta a la creciente demanda de construcción metálica en grandes obras. Gabriel Gindin y Leandro Rozin son los socios gerentes y están al frente de la empresa. También participan Diego Gindin, responsable comercial de Galea y Damián Rozín, al frente del área de Logística. El nombre es justamente la conjunción de Gabriel y Leandro.

El origen de la firma está ligada a una gran empresa de la ciudad, Leandro Rozin es hijo y Gabriel Gindin sobrino de uno de los fundadores de Rogiro Aceros, pero Galea tiene una estructura totalmente independiente. 

Néstor Rozin, asesor de Galea SRL, contó cómo surgió la idea de formar la empresa, que tiene su planta en el Parque Industrial Rosario Oeste. “En el 2001 la situación era difícil, la industria se caía, los bancos se caían. Todo lo comercial e industrial quedó muy mal. Un conocido me llama y me dice: ¿Te animas a hacer un estadio? Por supuesto le digo, y me dice: tiene una traba, hay que hacerlo en 60 días. Es que en 90 días se jugaba la Copa Davis y había que levantar el estadio en Parque Roca. Hablé con los que más sabían de estadios en ese momento, Astori Estructuras, cotizamos y firmamos el contrato. Justo ocurre la tragedia de Cromañón y se empiezan a tomar medidas contra incendios, ese predio no era solo para tenis sino para eventos, recitales. Hubo un rediseño y algunos otros cambios y finalmente el estadio se hizo a los 85 días, faltaban 5 días para la Davis. Llegamos”, relató sobre el proyecto que se convirtió en el germen de Galea. 

Así descubrieron: “Si lo podíamos hacer en hormigón, lo podíamos hacer en metálico”. Rozin contó que su cuñado Oscar Gindin y su sobrino Gabriel fueron a recorrer el mundo para conocer de primera mano qué se hacía en estructuras metálicas. “Nos dimos cuenta que los únicos que no hacíamos obra de este tipo éramos nosotros en Argentina. A partir de ahí incorporamos un nuevo producto, los perfiles W Y H y formamos Galea, con Gabriel que es mi sobrino, y Leandro que es mi hijo. Una empresa independiente para hacer estructuras”, reseñó. 

Desde entonces Galea participó de la construcción del Estadio Único de Santiago del Estero, de los boxes del autódromo de San Juan, la cárcel privada de Mendoza que va por debajo de la tierra y pasa a Tribunales y se realizó en apenas un año y medio, dos estadios en Río Grande y en el estadio Ciudad de La Plata. También fue parte de la construcción de un hotel en la terminal de ómnibus de Mendoza y del Hotel Sol de Funes.

Actualmente se encuentra participando de las obras en el aeropuerto de Salta y de Formosa. En Ushuaia arrancaron con un hotel de 160 habitaciones y también ahora llevan adelante un hotel en Esquel.

“Galea hace alianzas con empresas locales y hace la provisión de los productos elaborados o semielaborados”, explicó Rozin. La empresa también cuenta con una oficina de ingeniería, tanto para plantear temas de estudio tercerizados de resistencia, como para hacer la planificación de trabajo en el taller y detalles de ingeniería.

A modo de conclusión, Rozin explicó algunas de las ventajas más destacadas del sistema y consideró que “el futuro es la construcción metálica, con paneles de poliuretano” ya que la practicidad de la estructura metálica hace que sea cada vez más demandada. ”Trabajamos con vigas agujereadas que permiten pasar todos los servicios, cañerías, electricidad. Si fuese de hormigón no podrías”, precisó y agregó que “permite hacer una estructura independientemente de las paredes, de todo lo que son los revestimientos, en una época que se hace mucho semielaborado”. 

Otra gran diferenciación es que la estructura permite grandes luces. “Hicimos una estructura de 74 metros de ancho, en ruta 202 y colectora panamericana, si la quisieses hacer de hormigón necesitas vigas monstruosas. En metal las bases son más chicas, permite lugares más amplios. Por ejemplo, en Funes hicimos el Hotel Sol de Funes que tiene un techo corredizo”, resaltó sobre este modo constructivo que también es ventajoso a la hora de gestionar los trabajadores para la obra, entusiasma a los inversionistas por la rapidez en que se lleva adelante el proyecto y también a los políticos que dentro del período de su gobierno pueden ver finalizadas sus iniciativas.