Ramiro Nanni: combinó deporte con empresa y se la jugó con un predio inédito

Para triunfar en un deporte profesional se requiere de talento, constancia y esfuerzo, tres atributos que también se necesitan para los negocios. Y Ramiro Nanni, que hace hincapié en la importancia del sacrificio para llegar a una meta –se fue a vivir solo a España siendo apenas mayor de edad–, logró tener éxito en los dos mundos. Por un lado, llegó a ser top 5 del circuito de pádel mundial a principios de los 2000 (junto a su dupla, el español Raúl Arias) y ganó tantos campeonatos que perdió la cuenta de cuántos fueron. Por otro lado, creó una planta de paletas de pádel en Argentina que produce 70.000 por año, y en este 2024 cortó cintas de un estadio cubierto monstruoso en Rosario que combina deporte, salud, trabajo y negocios.

Sus inicios

La vida del sanlorencino de 48 años estuvo ligada a una paleta desde su más tierna edad. Sus primeros pasos los dio en el club Red Star, donde empezó jugando al tenis. A los 13 años incursionó en el pádel y, en un abrir y cerrar de ojos, se convirtió en profesional.

Sin embargo, a fines de los 90’, crisis económica mediante, en Argentina el pádel no
era redituable. Esa situación generó el éxodo de los mejores jugadores hacia España, donde el circuito profesional estaba aceitado y se obtenía buen dinero. “La mayoría se quedó a vivir en Madrid, pero yo me fui a vivir a Barcelona porque me contrató el Real Club de Barcelona para que entrene ahí, forme los equipos para el club y también pueda dar clases”, afirmó. 

A medida que pasaron los años, el pádel creció y se volvió más popular en Europa. Había torneos en España, Portugal, Francia, Italia y un campeonato anual del circuito Padel Pro Tour, que era lo que es hoy Premier. Sin embargo, el auge del deporte, según sus palabras, llegó a partir de la pandemia.

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